Con S/9.300 millones buscan reducir la precariedad
Presupuesto 2024. Gobierno elevó en 19% los recursos para los programas sociales y busca ayudar a los más vulnerables tras un 2023 en el que la pobreza alcanzaría a un tercio de peruanos por desaceleración del PBI.
La gestión de Dina Boluarte plantea inyectar S/9.307 millones para la protección social durante el próximo año: un 19% más que lo registrado en el Presupuesto Institucional de Apertura (PIA) del 2023, y poco más del doble que hace una década.
Los principales objetivos de este pliego son aumentar la cobertura de programas como Pensión 65, Contigo, Qali Warma, Comedores Populares y Vaso de Leche (ver infografía).
También se girarán S/89 millones para financiar a las 3.000 ollas comunes registradas en el país, las cuales proveen a 235.000 compatriotas.
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Julio Demartini, titular del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), considera que este pliego de partidas es “histórico”, ya que se busca, por ejemplo, frenar el incremento de la pobreza y así “visibilizar a los invisibles”.
Las declaraciones del funcionario se dieron justo tras iniciarse el empadronamiento masivo en 60 distritos urbanos y zonas de expansión porque “aún existen brechas”, dijo a TV Perú.
Demartini calcula llegar a cinco millones de ciudadanos en esta primera etapa de sondeo, repartidos en más de 1,5 millones de hogares.
Es un pequeño paso
Mónica Muñoz-Nájar, coordinadora de la Red de Estudios para el Desarrollo (Redes), celebra que se priorice la protección social, ya que en otros rubros, como trabajo, el presupuesto planteado se ha reducido.
A su criterio, el Midis debe evitar los errores del pasado cuando quiso articular el empadronamiento con los municipios locales. Prueba fehaciente de la ineficacia de este tándem es que, tras dos años, las ollas comunes no gozaron de un presupuesto sólido tras institucionalizarse.
Sobre la pobreza urbana, recuerda que esta no es estática y, por lo tanto, las acciones para combatirla no deben ser iguales a las que se aplican en Contigo, Juntos u otros programas del ámbito rural.
“En el aspecto urbano, uno puede tener un trabajito temporal por campaña, suponte, en octubre, y para enero ya no lo tiene. La pobreza es más dinámica en lo urbano. La evidencia internacional señala que en las ciudades se debe trabajar más con asistencia técnica en habilidades blandas”, comentó a La República.
Pobreza se incrementaría
A raíz del minúsculo crecimiento de la economía previsto por el Gobierno para este año (1,1%), el incremento de la pobreza es inevitable, señala el economista Armando Mendoza. Especialistas anteriormente consultados por este medio advierten que la tasa de pobreza retornaría al 30% de la población con la dura desaceleración del PBI.
La ecuación se torna complicada para los hogares: los ingresos por empleo siguen contraídos y la inflación no cede. Costearse la canasta básica es un martirio.
“Incluso si llegamos a cerrar en 1%, en términos reales, es un año perdido”, refirió el académico.
A modo de moraleja —sostiene Mendoza—, que el Gobierno ahora reconozca que la pobreza urbana es un problema derrumba el argumento de que “la pobreza es aislada a determinadas zonas y ya el mercado regula a las ciudades” —razón por la que existen programas sociales netamente rurales como los ya mencionados al inicio—.
En esa línea, desde el Midis adelantaron a este diario que destinarán entre S/50 a S/130 adicionales a los beneficiarios de Juntos Urbano. Los lineamientos para acogerse a este programa se detallarán en los próximos días.
Vale acotar que los compatriotas registrados en Juntos perciben cada dos meses S/200 y otros S/50 por la Transferencia de Primera Infancia (TPI).
Los datos
Atención. 9 de cada 10 nuevos pobres residen en el área urbana, según el investigador del IRD Javier Herrera.
Tendencia. La pobreza urbana es superior en 9,6 puntos a la del 2019, mientras que la rural “se encuentra cerca de sus niveles históricos más bajos”, añadió.
Reacciones
Armando Mendoza, economista
“Algo ‘bueno’ es que se derrumba un dogma del modelo: la pobreza es un tema aislado en determinadas zonas y hay que llegar a esos grupos aislados. Falso. La pobreza urbana es un problema”.
Mónica Muñoz-Nájar, coordinadora de Redes
“Se ha priorizado la protección social a diferencia de otros sectores como trabajo, donde se redujo el presupuesto (…). Ojo que la pobreza urbana no es estática. No se debe aplicar lo de las zonas rurales”.
Infografía - La República