Industria de las bodas se recupera y volverá en el 2023 a cifras precovid
Impacto. Antes de la pandemia, esta actividad movía más de US$ 500 millones al año; sin embargo, al restringirse este tipo de actividades, muchos empresarios quebraron, pero hoy resurgen.
Lucy Díaz trabaja haciendo vestidos de novia hace 30 años y el inicio de la pandemia implicó que por primera vez paralice todas sus actividades. “Fue un golpe fortísimo, nos dejó en nada hasta diciembre del 2020. Incluso muchos tuvieron que dejar el rubro de novias, y ya no volvieron”, recuerda. Agrega que ahora se están retomando las actividades, pero aún es muy lento, “es como empezar de cero”, apunta.
Distintos negocios como restaurantes, gimnasios, cines, y otros empezaron su reactivación progresiva cuando se permitió el aforo al 100% en febrero; sin embargo, las fiestas de matrimonio que se encuentran en la categoría de eventos sociales recién tienen más flexibilidad desde inicios de abril, según la última actualización del estado de emergencia. Este tipo de actividades no son rentables si el aforo se limita a 20 personas.
Millonarias pérdidas
Se estima que son 250 mil empresas que se dedican a hacer bodas y eventos sociales a nivel nacional, estas se vieron fuertemente afectadas por las restricciones, incluso algunas quebraron.
PUEDES VER: Presidente de la Cámara de Cusco: Estamos evaluando una denuncia contra la ministra Betssy Chávez
“Nadie habla de este tipo de negocios, porque lamentablemente no tienen una visibilidad gremial o asociativa, a pesar de eso son un fuerte generador de fuentes de trabajos porque cada boda congrega cerca de 12 empresas, es decir, un promedio de 100 trabajadores en total”, señala Carlos Scaglioni, gerente general de Corporación de Novios.
Antes de la pandemia, había más de 80 mil matrimonios al año, lo que movía alrededor de US$ 500 millones, que es un valor mayor a muchas exportaciones no tradicionales, precisa Scaglioni.
A pesar de la importancia que tiene para la economía, esta industria ha sido “ninguneada” porque se piensa que hacer una boda es algo superficial. No se contó con que detrás de un evento de esta magnitud hay muchos profesionales que se dedican exclusivamente a eso, explica el empresario. Por la lenta reactivación, se proyecta que recién para el 2023 vuelvan a cifras prepandemia.
Discreción y seguridad
Ahora lo que se tiene que hacer es cumplir con los protocolos sanitarios. Los novios prefieren hacer las fiestas en sitios abiertos como playas, campos, jardines y la manipulación de los alimentos también es diferente, ya no es un buffet libre, sino que se le entrega a cada invitado lo que se va a compartir.
Fiorella Arana, wedding planner, organizaba alrededor de 20 bodas al año. En el 2021, solo llegó a 8. Nos cuenta que los novios buscan brindarles a sus invitados seguridad para que pasen un momento agradable, por lo que una opción es entregar “pulseras amigables”, con tres colores diferentes y cada uno señala el grado de cercanía que permite. Así se sienten más cómodos y resguardan la seguridad de los adultos mayores. Se solicita carné de vacunación o test con resultado negativo para COVID-19 en el ingreso, y aunque no es obligatorio también toman la temperatura, nos explica Arana.
Por su parte, Lucy Díaz señala que la moda en los vestidos ha cambiado, son más ligeros, sin muchos lujos, así se hacen más accesibles para el presupuesto de las parejas.
Vuelve la Feria de Novios con amplia oferta
Luego de dos años, vuelve la XXI Feria de Novios, edición otoño-invierno, con más de 100 expositores. Las parejas podrán conocer las últimas tendencias en bodas.
Contarán con la presencia de prestigiosas empresas que ofrecerán servicios y productos nupciales, como shows de hora loca, carcochitas y limosinas, foto y video, vestidos, ternos, cabinas fotográficas y más.
Los asistentes podrán participar en sorteos que incluyen lunas de miel.
Tendrá lugar en el Centro Naval del Perú, sede San Borja, el domingo 24 de abril de 2 a 7 p.m. La entrada es libre.
Otras cifras
Rosas. En el 2019, Perú importó de Ecuador y Colombia un valor total de US$ 204.000 solo en este tipo de flores.
Alquiler. Un local campestre en Pachacámac o Cieneguilla cuesta entre S/ 4.000 y S/ 6.000, y un local cerrado bordea los S/ 3.500.