OCDE propone que empresas tecnológicas paguen impuestos en los países donde residen sus usuarios
El gravamen también afectaría al sector del lujo y los fabricantes de automóviles
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) lanzó su propuesta sobre que las grandes empresas tecnológicas, como Apple, Facebook, Amazon, Netflix o Google, paguen impuestos en los países donde están sus usuarios, tengan presencia física en ellos o no, y no solo en aquellos lugares donde esté registrada la propiedad de las patentes, licencias o marcas, o donde las empresas tengan sus sedes.
Pero, más allá de los gigantes de internet, la iniciativa afectaría a otras compañías que ofrecen productos de consumo minorista, como pueden ser las grandes marcas de lujo o los fabricantes de automóviles.
La propuesta del grupo de trabajo de la OCDE es fruto del acuerdo sellado entre Estados Unidos y Francia, en la última cumbre del G7, para frenar las tensiones comerciales generadas por la tasa a las tecnológicas impulsada por París, que provocó que Washington anunciara aranceles sobre el vino francés.
La nueva tasa, que la OCDE espera tener lista a principios de 2020, mermaría la recaudación de países como Irlanda y a paraísos fiscales extraterritoriales, mientras que beneficiará a los grandes mercados de consumo.
En principio, la propuesta, que no entra a detallar qué cantidad de impuestos deberán abonar las empresas, gravaría a las compañías con un volumen de negocios global de más de 750 millones de euros en todo el mundo y excluiría a las empresas dedicadas a la extracción de materias primas.
Afectaría, eso sí, a las empresas tecnológicas que no venden directamente a los consumidores, sino que comercializan publicidad a empresas que sí venden al pequeño consumidor. La iniciativa ha tratado de consensuar las propuestas de tres bloques de países: Reino Unido y otros europeos;
Estados Unidos, China, India, Colombia y otros emergentes
El impuesto, puesto en marcha por Francia y una de las propuestas fiscales del Gobierno de Pedro Sánchez, fue planteado también en el seno de la Unión Europea (UE), que rechazó su aplicación si no había un acuerdo en la OCDE por el rechazo de países como Alemania.
A falta de conocer cómo se concreta la propuesta de la OCDE, las iniciativas europeas de tasa Google coincidían en gravar al 3% tres actividades concretas: la publicidad online, la intermediación entre compañías y particulares o la venta de datos de usuarios.
La OCDE ha propuesto además una segunda reforma con la que pretende impulsar un impuesto de sociedades mínimo a nivel internacional que las empresas no puedan evitar. La intención del organismo presidido por Ángel Gurría pasa por tener listo un borrador de consulta pública durante este mes de diciembre.
FUENTE: Diario El País