Economía

Guerra comercial: Estados Unidos y China cumplen un año de disputa arancelaria

El enfrentamiento se intensificó en agosto con mayores impuestos y los inversores están atentos a cualquier señal de negociación que lleve a una posible tregua.

Guerra comercial
Guerra comercial

La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha cumplido un año, y esta se ha intensificado considerablemente en agosto. Ahora el mundo está pendiente de si los nuevos aranceles que entraron en vigor este fin de semana llevarán a las dos gigantes económicas a la mesa de negociaciones, o bien se alistarán para un próximo intercambio de ataques.

Como se recuerda, todo comenzó después de que el gobierno norteamericano anunciara, a principios de agosto, una imposición de aranceles del 10%, que luego fueron elevados al 15%, sobre las importaciones de China por un valor de 300 mil millones de dólares.

Ante esto, Beijing respondió con aranceles del 5% al 10% sobre productos estadounidenses por un valor de aproximadamente 75 mil millones de dólares.

La reciente medida de Estados Unidos apunta en contra de productos hechos en China, como televisores y ropa. En ese sentido, en un intento por aminorar el impacto sobre las compras navideñas, el gobierno de Donald Trump ha pospuesto la implementación de aproximadamente la mitad de ellas hasta el 15 de diciembre.

La semana pasada, Trump se negó a decir si hablaría con el presidente chino Xi Jinping durante el fin de semana. También dijo que las compañías mal administradas están utilizando los aranceles como una excusa para las dificultades en sus negocios.

“El tema que realmente deberíamos discutir es sobre la anulación del incremento de los aranceles sobre productos chinos por un valor de 550 mil millones de dólares y evitar una nueva escalada de la guerra comercial”, mencionó Gao Feng, portavoz del Ministerio de Comercio de China.

Iris Pang, economista de ING Group, cree que el mercado ha interpretado los acontecimientos recientes de manera demasiado positiva. “Incluso si las hay, ambas partes podrían simplemente reafirmar a la otra parte sus condiciones previas para nuevas conversaciones”, agregó Pang. “Y para ambas partes, es probable que la otra parte primero tenga que hacer concesiones. Esto implica un nulo progreso”, concluye la especialista.