Dólar vs yuan: Siete preguntas para entender la guerra de divisas entre China y Estados Unidos
Hace una semana, el gigante asiático decidió devaluar su moneda, lo que provocó una reacción negativa dentro del enfrentamiento comercial con Estados Unidos.
El lunes pasado, China decidió devaluar su moneda. Ahora, para comprar un dólar hacen falta ahora más de siete yuanes. Ante ello, los mercados de valores de todo el mundo respondieron con bajas generalizadas y el precio del oro, una inversión segura, ha alcanzado su punto más bajo en seis años.
Esto ha sido percibido como un ascenso en la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Después de que el mandatario norteamericano Donald Trump calificara al país asiático como “manipulador de divisas”, los mercados están intentando adivinar cuáles serán los siguientes pasos.
¿Qué es una guerra de divisas?
Una guerra de divisas se refiere al movimiento deliberado de un país para manipular el precio de su moneda con el objetivo de adaptarlo a su política económica. En el caso de China, en el pasado las autoridades evitaron que su moneda se debilitara comprando grandes cantidades de yuanes.
No es el primer conflicto monetario que se produce en las últimas décadas. Estados Unidos, por ejemplo, ya había criticado formalmente a China por manipular su moneda en 1994.
¿Existe o no una guerra de divisas?
Algunos economistas argumentan que no hay en marcha una guerra total, dado que ambos países están ingresando al mercado formalmente para comprar o vender su propia moneda.
Chris Turner, director de estrategia global del banco holandés ING, asegura que entre 2015 y 2016 las autoridades chinas gastaron 1 billón de dólares en intentar evitar que se debilitara el yuan por debajo del valor de intercambio de siete yuanes por cada dólar.
Neil Shearing, economista jefe de Capital Economist, apunta a que “la moneda de China ya se habría devaluado, si no fuera por el hecho de que el Banco Popular [de China] ha estado apoyándose en el mercado [hasta ahora]”.
¿Qué ha provocado esto?
Este conflicto se produjo después de que Trump prometiera imponer aranceles del 10% sobre importaciones chinas por valor de 300 mil millones de dólares. El Banco Popular de China parece haber hecho una vinculación directa con los aranceles, culpando a las “medidas comerciales proteccionistas y la imposición de incrementos en los aranceles sobre China”.
¿Por qué importa el movimiento de divisas?
Esto ya está teniendo un impacto global, con los bancos centrales de Nueva Zelanda, India y Tailandia reduciendo las tasas oficiales de efectivo el miércoles.
Megan Greene, economista y miembro sénior de la Escuela Kennedy de Harvard, expresó que el resultado será un debilitamiento del crecimiento, una mayor inflación y una enorme volatilidad en los mercados de intercambio internacionales.
¿Cómo reaccionó Trump?
Tras las acciones de esos otros tres bancos centrales, el presidente de Estados Unidos pidió de nuevo a la Reserva Federal que bajara las tasas de interés, en una serie de tuits. Un recorte de los tipos de interés no solo estimularía la economía, sino que, al menos en teoría, reduciría el valor de un dólar desorbitado.
Otra forma sería que Estados Unidos vendiera dólares directamente para comprar otras divisas, pero Greene explica que mientras este tenga unas reservas de alrededor de 100 mil millones de dólares que podría utilizar para devaluar su moneda, esto no es suficiente para hacer una gran diferencia.
¿Qué pasa ahora?
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, entablará una conversación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con la intención de “eliminar” lo que el gobierno norteamericano describe como “una ventaja competitiva injusta creada por las últimas acciones de China”.
Greene apunta que el FMI había dicho previamente que el país asiático no estaba manipulando su moneda y avisó de que esto podría ser un “callejón sin salida”.
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¿Qué ha sucedido en el pasado?
Los acuerdos entre socios comerciales principales incluyen compromisos para no manipular las monedas, aunque también ha habido acuerdos entre países para intervenir en los mercados.
El Acuerdo Plaza de 1985, por ejemplo, fue un acuerdo entre Japón, Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos para estimular el valor del dólar. En el año 2000 los bancos centrales intervinieron para estimular el euro después de que la moneda alcanzara mínimos históricos.
En 2015, el franco suizo ganó un 30% después de que el banco central abandonara el límite en el valor de la moneda frente al euro que había estado en vigor desde el año 2011.
FUENTE: BBC