Junta Nacional del Café insiste en que el sector debe ser declarado en emergencia.,Desde fines de diciembre, pero con mayor frecuencia en los meses de enero y febrero, centenares de productores desfilan diariamente desde Satipo, Puerto Ocopa y Río Tambo, en la Selva Central, rumbo a las plantaciones de coca en la cuenca del Río Apurímac, en busca de empleo donde los salarios diarios oscilan entre 70 y hasta 120 soles. Es así que los caficultores empezaron a abandonar el oficio y ahora están buscando empleo en zonas de cultivo de coca, advirtió la Junta Nacional del Café (JNC). PUEDES VER Pequeños caficultores perdieron hasta US$ 50 por quintal Similar fenómeno se da con los cafetaleros del Alto Mayo, en San Martín, rumbo al sur, hacia tradicionales pueblos cocaleros del Alto Huallaga, donde el rebrote de la coca se ha incrementado en los últimos años, coincidente con reportes recientes de Naciones Unidas y de USAID, resalta la JNC. “Hace 10 años en Puno se cultivaban 9 mil hectáreas, con una cosecha de 160 mil quintales, pero el 2018 apenas se recogieron 40 mil quintales, en 2.800 hectáreas. Lo más grave es la indiferencia de las autoridades de todos los niveles a esta crisis económica, social y de seguridad. Por esto la gente tiene abandonar los cafetales para sobrevivir en otros trabajos”, señaló el presidente de la JNC, Tomás Córdova. Por otra parte, Córdova señaló además, que durante el 2018 se han retenido liquidaciones de las ventas de café orgánico hacia Alemania, a la espera de certificaciones en laboratorios europeos de la carencia de trazas de glifosatos y otros insecticidas. “Esta es una grave amenaza a las exportaciones de nuestro café a Europa a donde se destina el 65% del café peruano. Hemos demandado al Gobierno desde mediados de año adoptar medidas de urgencia, pero sin resultados de acciones de prevención”, dijo el dirigente cafetalero. En cuanto a la producción para este 2019, los reportes de las cooperativas y empresas acopiadoras evalúan que la producción podría alcanzar una cosecha de 6 millones 500 mil quintales, que significa un incremento de 7%. La producción de 2018 se recolectó en 380 mil hectáreas, de las 425 mil reportadas en el censo agropecuario del 2012, en la medida que más de 40 mil hectáreas han sido sustituidas por otros cultivos, tales como cacao, coca y banano. En relación al valor de exportaciones, refirió que seguirán por debajo de 700 millones de dólares, debido a los bajos precios en el mercado internacional y los obstáculos en la consolidación de contratos de venta. El año pasado el valor sumó 676 millones con un volumen de 5 millones 656 mil quintales.