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Cienciano campeón de la Liga 2: Por sus venas corre sangre roja

Hinchada. Después de cuatro años del descenso, Cienciano está de vuelta. Ayer se coronó campeón de la Liga 2 con goleada. Más de treinta mil hinchas lo acompañaron en su victoria. Festejos llegaron hasta la plaza de Armas de Cusco.

Pintado de rojo. Miles de hinchas, y este personaje vestido con trajes típicos del Cusco, abarrotaron las graderías del estadio Inca Garcilaso de la Vega en una jornada de fútbol inolvidable.
Pintado de rojo. Miles de hinchas, y este personaje vestido con trajes típicos del Cusco, abarrotaron las graderías del estadio Inca Garcilaso de la Vega en una jornada de fútbol inolvidable.

José Salcedo

Cuando sonó el silbato del árbitro, el estadio estalló. Gritos, aplausos y ovaciones. Cienciano ganaba cómodamente, pero se complicó en el último tramo del partido. Hubo nerviosismo en las gradas, pero siempre la alentadora bombita: “¡Sí se puede!”. Esta, seguida del clásico: “Upa, upa, upapá, el Cienciano es el papá”.

El estadio Inca Garcilaso de la Vega de Cusco lució repleto. Algunos hinchas se quedaron afuera. Se habilitó la venta de 30 000 entradas, pero cientos no alcanzaron lugar en el recinto deportivo.

Cienciano vuelve al fútbol profesional, pero sigue siendo manejado como un equipo de segunda. No obstante, eso es lo de menos. El equipo rojo es una suerte de patrimonio de Cusco, eso lo confirma su multitudinaria hinchada.

A nadie debe sorprenderle entonces que el color rojo invadiera las calles de Cusco ayer. Una familia entera —un padre agarrado de la mano con su hijo, un padre con su niño en brazos, una madre y su pequeño, un par de hermanos, un grupo de amigos, una multitud— llegó al estadio casi cinco horas antes de la hora fijada para el encuentro con Santos. No era aquel Santos de Robinho, que Cienciano eliminó de la Copa Sudamericana en aquel glorioso 2003, sino el Santos FC de Nazca.

El partido era a las tres de la tarde, pero los hinchas llegaron desde temprano. Había confianza en la victoria, como en temporadas anteriores. Es el único equipo peruano con dos títulos internacionales. Ni la U ni Alianza ni Cristal, los más pintados del fútbol profesional, tienen este mérito.

La historia de Cienciano tiene 118 años. Alfonso Mendoza recuerda que desde 1990 va al estadio. “La pasión por Cienciano me la infundió mi padre, que en paz descanse. Él era hincha acérrimo del que ahora es el club de mis amores”, cuenta. Alfonso tiene el vivo recuerdo de partidos en los que jugaban Ocaranza, Chuncho Aguilar, Gaty, Salas, Cumapa y Mauriño Mendoza. “Eran nuestros ídolos en ese entonces”, rememora.

Tres décadas después, lleva al estadio a su hijo, Elías Alonso de nueve años. Alfonso también integró la Furia Roja, barra oficial de los imperiales. Elías Alonso sigue los pasos de su papá y del Papá de América.

Miles de cusqueños cantan el “sí se pudo”. En 2003 y 2004, fueron a la Copa Sudamericana y la Recopa, respectivamente. Esta vez han sido el título de la Liga 2 y el retorno al fútbol profesional.

De la cancha a la Plaza Mayor

En el estadio lleno, Kevin Ortega señaló que el ascenso directo a la Liga 1 ya no era una ilusión, era una realidad. Las cuatro tribunas del coloso coreaban los nombres de sus héroes, que disfrutaban del mágico momento. Una inmensa copa de cerveza fue saboreada por el comando técnico y jugadores en señal de gloria.

La fiesta se mudó a la Plaza Mayor. Una gran multitud esperaba a los campeones y un bus panorámico transportó a la delegación imperial. Fueron aplaudidos y admirados por los hinchas. Así, el equipo dejó atrás cuatro años de estar en una liga inferior para celebrar su retorno.

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