Cultural

Juan José Chuquisengo: “Señor ministro, no frene el avance de la Universidad de Música”

Juan José Chuquisengo. El mundialmente reconocido pianista peruano dirige una carta abierta al ministro de Educación, Oscar Becerra, para expresarle su desacuerdo por los recientes cambios en la Universidad Nacional de Música.

Juan José Chuquisengo, laureado pianista peruano, rechaza que un profesional ajeno a la música presida la Universidad Nacional de Música. Foto: difusión
Juan José Chuquisengo, laureado pianista peruano, rechaza que un profesional ajeno a la música presida la Universidad Nacional de Música. Foto: difusión

Juan José Chuquisengo, el gran pianista peruano, a través de una carta abierta al público, se dirige al ministro de educación, Oscar Becerra, para manifestarle su desacuerdo con el nombramiento de Jorge Rivera Muñoz, biólogo-químico, al frente de la Universidad Nacional de Música, en lugar de Lydia Hung, reconocida pianista.

“No puede ser de interés del Ministerio de Educación a su cargo —le dice— frenar el avance de la Universidad Nacional de Música, nombrando a un profesional de un área ajena, sería continuar con la mentalidad política mediocre que seguramente usted rechaza tanto como yo”.

Juan José Chuquisengo critica la decisión del ministro Óscar Becerra en cambiar a la pianista Lydia Hung por Jorge Rivera para liderar la Universidad Nacional de Música. Foto: difusión

Juan José Chuquisengo critica la decisión del ministro Óscar Becerra en cambiar a la pianista Lydia Hung por Jorge Rivera para liderar la Universidad Nacional de Música. Foto: difusión

Juan José Chuquisengo es artista exclusivo de Sony Classical. Estudió música en el Conservatorio, hoy Universidad Nacional de Música. Ha sido condecorado con las Palmas Artísticas del Perú del Ministerio de Educación y distinguido como embajador cultural del Perú.

Como artista, trabajó en obras sociales con la comunidad jesuita, como el proyecto de música barroca que le permitió llevar música a los residentes de pueblos del altiplano.

Su reconocimiento como concertista es mundial. Su disco ‘Trascendent journey’ está considerado por los especialistas entre los ‘100 mejores discos clásicos de todos los tiempos’.

Es decir, Chuquisengo tiene toda la autoridad para opinar sobre la Universidad de Música.

Con esa autoridad, le señala al ministro Becerra que haber cambiado a una reconocida pianista como Lydia Hung por un biólogo-químico es una decisión “sin precedente en la centenaria historia de esa institución”.

Estoy totalmente preocupado —agrega— que esa decisión disminuya, a largo plazo, tanto la calidad de la enseñanza de la universidad con las particularidades de ser una universidad de música, y que ello perjudica perjudique su posicionamiento a nivel internacional”.

Hace un deslinde sobre los objetivos de la Universidad Nacional de Música ante otras universidades, ya que se trata “de formar artistas músicos y no académicos”.

“Para garantizar la calidad de la enseñanza y pedagogía, debe haber como director un profesional de esa área, que conozca las necesidades específicas de las disciplinas artísticas, diferentes a las académicas, pero no por ello con menos rigor en la búsqueda de excelencia”, arguye.
Explica que esa es una práctica de las universidades más prestigiosas del planeta.

“En mi propia experiencia con universidades y centros superiores de música en el mundo, nunca me ha recibido un rector o decano que no sea músico”, manifiesta Chuquisengo.

Asimismo, reconoce el trabajo de Lydia Hung, su gestión cultural de 30 años en la Universidad de Música.

“Basta con informarse de la extraordinaria labor de la maestra Lydia Hung Wong (…). No conozco a nadie que haya realizado semejante gestión por el fomento de la educación musical en el Perú, aun en las épocas de mayor crisis”, enfatiza.

Sin ánimo de faltar el respeto, afirma que la presencia de Jorge Rivera Muñoz sería “inadecuada” y puede perjudicar el avance de la universidad, pues podría suscitar rechazo de los músicos y de instituciones musicales de América Latina.

Resalta, citando a Platón, que “la música y el deporte deben ser parte inalienable en la educación de la juventud; si el deporte forma el cuerpo, la primera forma el alma de las personas”.

“La Universidad Nacional de Música —añade— para cumplir ese altísimo fin debe tener en su dirección a alguien que haya sido transformado por la fuerza sublime de ese arte y le haya dedicado su vida a su servicio”.