El notable pianista peruano estrenó, como se debe, su pieza maestra Guerrero andino. La música penetra en nuestras raíces andinas. Está inspirada en el relato de un religioso que escribió de la pobreza social y el folclor de las comunidades cusqueñas. ,Es 30 de diciembre de 1975. En algún paraje ubicado al pie del nevado Ausangate, provincia cusqueña de Canchis, siete personas entierran a una mujer. Es Pascuala. "Las campanas no han tocado, no tenía caja, ni velas, ni discursos, ni plañideras…”, escribió José María García, el párroco del pueblo. A él le tocó presidir las exequias. Ha elevado oraciones por ella y “llorado de pena, de rabia, de amargura, de fe”. Esta historia aparece en las memorias de García, Con las comunidades del Ausangate. PUEDES VER: Noventa músicos presentarán concierto Guerrero Andino en Arequipa El pianista Juan José Chuquisengo tuvo la virtud de transformar dicho relato en música. Es 26 de abril del 2019, el Teatro Municipal de Arequipa está colmado de espectadores. Asisten al estreno mundial de Guerrero andino, la pieza sinfónica en memoria del padre jesuita que escribió sobre Pascuala. Chuquisengo fue su amigo. Conoció a García cuando brindó 150 conciertos gratuitos de música clásica a comunidades altoandinas. “Me inspiré primero en el paisaje majestuoso de los andes, la pobreza, la miseria (de estos peruanos) y el trabajo de un sacerdote. Él es el guerrero; no es un soldado, sino una persona que luchó por la paz y la justicia”, manifiesta. Chuquisengo llegó de Alemania para presentar esta obra la semana pasada. Lo hizo con el apoyo de tres orquestas y músicos invitados para poner en escena 100 instrumentos y tocar su obra tal como la concibió. En el 2017, la Orquesta de las Américas estrenó una versión resumida, privada de los sonidos de quenas, zampoñas y charango. En cambio, la noche del estreno en Arequipa, sonaron cornos franceses y violines alternando con los instrumentos andinos. "¿Cuánto dura la pieza?", le preguntamos un día antes del estreno. "Casi 30 minutos, el aplauso es 3 minutos y me costó 3 años componerla. Son más o menos 3000 horas de trabajo”, nos dijo. Hasta en la explicación de su labor hay métrica y cadencia, aunque él insiste en que lo que acaba de mencionar, en tono sereno, es en realidad una broma. Chuquisengo es un pianista peruano de vuelo internacional. Fue premiado por el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas y su disco Transcendent journey, donde toca composiciones de Johann Sebastian Bach, Beethoven, Schumann y otros, fue catalogado como uno de los mejores 100 discos de música clásica grabada. Estos mismos autores fueron llevados por Chuquisengo a escuelas y pueblos de las faldas del Ausangate. “Los autores clásicos son del mundo y pertenecen tanto a la gente de la capital como a un comunero de un pueblito en Cusco”, señala. A falta de un piano, tocaba un órgano eléctrico. A veces no había luz y se utilizaban hasta las botellas para tocar. El padre José María García era cómplice de estas aventuras musicales, que en realidad eran una reconexión con su infancia musical. Antes de estudiar en un conservatorio de Alemania a los 21 años, aprendió a tocar música popular de oído en el viejo piano de su padre. Las teclas negras y blancas lo inquietaban. Sacaba al oído canciones de la radio como la composición que hizo Nino Rota para la película El Padrino. Otro de los favoritos de su niñez fue Astor Piazzola, el argentino que fusionó tango con música clásica. A Chuquisengo le gusta Piazzola. Esa noche lo homenajeó con Metamorfosis de tango. Chuquisengo quería vivir de su arte, pero en los ochenta ser artista en el Perú era difícil. Emigró a Alemania para estudiar en el Instituto Superior de Música de Múnich. Vive en Europa, pero regresa al país cada vez que surge un proyecto musical o social. PUEDES VER: Juan José Chuquisengo ofrece hoy concierto en el Centro Cultural Garcilaso Hasta con tres orquestas Pese a que Chuquisengo es uno de los pianistas peruanos más conocidos a nivel mundial y es habitual concertista en el Gran Teatro Nacional, ha tocado las puertas varios años para poder estrenar su obra Guerrero andino. Es por esta razón que el estreno mundial se realizó en Arequipa, porque la Universidad Católica San Pablo se involucró en llevarla a escena. Para poder tocarla, se tuvieron que agrupar la Orquesta Sinfónica de Arequipa, la orquesta del conservatorio Luis Duncker Lavalle, la filarmónica juvenil de la UCSP y 24 músicos invitados; esto porque Arequipa no cuenta con una gran orquesta.