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El devastador y agridulce final de "Succession": reseña de una tragedia llamada Roy

El último capítulo "Succession" cierra con broche de oro. Kendall, Shiv y Roman aseguran la lluvia de Emmys para la serie de HBO.

"Succession" cierra su historia con un capítulo lleno de emociones y que deja un sabor agridulce por su crudeza y giros de tuerca. Foto: composición LR/HBO Max
"Succession" cierra su historia con un capítulo lleno de emociones y que deja un sabor agridulce por su crudeza y giros de tuerca. Foto: composición LR/HBO Max

El capítulo final de "Succession" pone punto final a lo que podemos llamar "La tragedia Roy", la historia de tres niños —Roman, Shiv y Kendall— que crecieron buscando el amor de su padre y que de pronto se ven forzados a luchar por convertirse en herederos de la silla principal de una tirana compañía llamada Waystar Royco. Así, "With open eyes", el último episodio de la serie de HBO Max, no solo nos muestra quién es el sucesor de la compañía, sino que demuestra una vez más qué tan dignos eran los hijos de Logan Roy para asumir el puesto de CEO.

Hay mucho que decir y tan poco espacio para contarlo todo. Así es el desenlace de esta magnífica historia creada por Jesse Armstrong, que da para debatir y analizar muchas cosas, por lo que aquí nos centraremos en el destino que tienen los personajes principales y, por supuesto, en el inesperado ganador de este "Juego de tronos" corporativo del siglo 21.

Los tres chiflados Roy

Podríamos decir que Kendall, Shiv y Roman son como "Los 3 chiflados": tres personajes que unidos pueden llevar la fiesta en paz a pesar de todas sus torpezas, pero que, por separado y a pesar de ser buenos en lo que hacen, simplemente no funcionan igual. Si tan solo hubiesen permanecido unidos desde la muerte de su padre, todo habría salido a favor de ellos, pero la avaricia y la falta de aprobación de Logan (incluso tras su muerte) hacen que se traicionen el uno al otro.

 Roman, Shiv y Kendall en la última escena alegre que tienen los tres hermanos. Foto: HBO Max/Twitter

Roman, Shiv y Kendall en la última escena alegre que tienen los tres hermanos. Foto: HBO Max/Twitter

Shiv Roy: una victoria amarga

Shiv es el ejemplo perfecto de por qué nunca hay que subestimar a un Roy, pero también es la demostración perfecta de por qué un Roy puede fallar cuando está ganando la partida. Al confiarse demasiado en su relación con Mattson, peca de ingenua. Peor aún, es su esposo Tom, quien gana relevancia frente a los ojos de Lukas. ¿A qué la lleva esto? A tener que, finalmente, elegir entre dos venenos: traicionar a su hermano o quedarse fuera del poder por siempre.

Shiv no logra quedarse como CEO de Waystar en el final de "Succession". Foto: HBO Max

Shiv no logra quedarse como CEO de Waystar en el final de "Succession". Foto: HBO Max

Siobhan elige la primera opción y eso la lleva a quedar sometida ante Tom, quien se convierte en el nuevo CEO de Waystar. Su victoria es quedar como la única Roy cerca del poder. Pero, a la vez, su derrota es perder autoridad al quedar relegada como 'la esposa del jefe'. ¿Qué acaso no era esta la misma posición de su antiejemplar madre, Caroline, cuando estaba con Logan?

Kendall Roy: la derrota más amarga de la serie

No lo logró al comienzo y tampoco lo logra al final. Kendall Roy se queda con varios millones de la venta, pero también se queda sin empresa para dirigir, sin motivación para avanzar, sin familia que lo consuele y sin poder concretar su meta más valiosa: convertirse en el sucesor de su padre y demostrar que estaba a la altura.

Kendall lo pierde todo en el final de "Succession". Foto: HBO Max

Kendall lo pierde todo en el final de "Succession". Foto: HBO Max

En cuanto a moral se trata, es válido decir que 'Ken' había provocado la muerte de un joven en la primera temporada. El tema vuelve a salir en este final de la boca de Shiv y es un recordatorio que, por más que el buen Kendall nos caiga bien en sus momentos más lúcidos, no ha sido una buena persona (en especial con sus hijos en los últimos capítulos).

Roman Roy: el perdedor más feliz

Cualquiera podría decir que Roman es un peón perdido en "Succession", pero nada más lejos de la realidad. Finalmente, es el único que acepta la dura realidad. "Somos pura m***, somos nada", dice el personaje de Kieran Culkin. Y es que no hay nada más verdadero que eso, puesto que —en cuatro temporadas— los tres hermanos han seguido cometiendo los mismos errores una y otra vez, demostrando lo que dijo el mismo Logan: "No son gente seria".

Roman es el único que acepta su derrota y lo que en verdad es él mismo al final de "Succession". Foto: HBO Max

Roman es el único que acepta su derrota y lo que en verdad es él mismo al final de "Succession". Foto: HBO Max

Firmar los papeles y entregarle la empresa a Lukas Mattson es un trago amargo, aunque no es el último trago que se bebe el irrespetuoso, divertido, incómodo y pocas veces bondadoso 'Rom'. Su escena final es él bebiéndose un martini —trago que le recuerda a Gerri— mientras esboza una sonrisa como casi de alivio. Como dije: un perdedor feliz.

Tom y Mattson: la dualidad perfecta

¿Quién dijo que ser un lamebotas era algo malo? La naturaleza de Tom es lo que finalmente termina necesitando Mattson para cerrar el trato de Gojo con Waystar: un perro faldero como CEO que obedezca las órdenes del dueño, y no alguien como Shiv, cuyos principios y fortaleza al actuar pueden ir contra sus ideas en cualquier momento.

Tom y Shiv en el final de "Succession". Foto: HBO Max

Tom y Shiv en el final de "Succession". Foto: HBO Max

Y es así como el gran ganador y sucesor oficial es Tom Wambsgans, quien finalmente parece perdonar a Greg por su traición y mantenerlo como su fiel sanguijuela al lado. Curioso cómo es que uno de los más pisoteados por los Roy logra posicionarse en lo alto gracias al voto de la misma mujer por la que se consideraba humillado. Karma y justicia poética.