Cine y series

Televisa perdió los derechos de los personajes de Chespirito

Plazos. Edgar Vivar confirmó que terminó el contrato entre la televisora y los herederos de Gómez Bolaños.

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Redacción Fama

El 31 de julio venció el contrato por los derechos de los personajes que creó Chespirito y que estaban en manos de Televisa. Al no llegar a un acuerdo, los derechos “regresaron a sus herederos”, así lo confirmó Edgar Vivar. “No quisieron renovar o pagar, no sé. Por un lado, pienso que es bueno porque va a dar la oportunidad de renegociar; le ha dado muchísimos millones a Televisa. Y gran parte de ese dinero no lo vimos nosotros”, dijo el actor en una entrevista con Radio Fórmula.

Si bien el fin de semana la familia de Roberto Gómez Bolaños dio a conocer que los programas (‘El Chavo’, ‘El Chapulín Colorado’ y’ Chespirito') dejarían de emitirse a nivel mundial, los herederos tenían proyectos en paralelo. Sin embargo, los programas grabados son de Televisa.

Roberto Gómez Fernández, hijo del comediante, creó la empresa Grupo Chespirito en el 2005 y ya a fines del 2019 precisó que junto con la empresa THR3 trabajarán proyectos que incluirán contenidos de animación, cómics, remakes, series y películas.

Por otro lado, Gómez Fernández adelantó que quiere contactar a María Antonieta de las Nieves para incluir a la Chilindrina en sus proyectos. “Para la biopic (la serie biográfica), sé que ha habido acercamientos”, agregó Vivar.

Adiós al “humor blanco”

En cinco décadas, los programas de Chespirito han sido seguidos por millones de niños y adultos fuera de México, pero también acumularon, en los últimos años, críticas de los que sostienen que el programa normalizaba el maltrato infantil y el clasismo. Sin embargo, los fans se volcaron a las redes sociales a cuestionar la cancelación de la serie; más aún por “la ausencia” de programas familiares.

“Descanse en paz el humor blanco, por fin lograron apagar las risas de pequeños y de grandes, por fin lograron que las familias no tengan un programa en que puedan disfrutar sin vulgaridades ni inmoralidad”, escribió el nieto de Ramón Valdés.