Un esqueleto descubierto en Vietnam revelaría un conflicto interpersonal que acabó mal hace 12.000 años
A pesar de haber muerto hace más de 12.000 años, los dolorosos últimos meses de esta víctima ahora han sido reconstruidos gracias a sus restos óseos.
- Los astrónomos se sorprenden: detectan en la superficie del cometa 3I/ATLAS unas erupciones ‘volcánicas’ pero de hielo
- China quería generar más electricidad, pero en lugar de ello creó algo inesperado: un nuevo microclima

Un reciente descubrimiento en Vietnam revela los conflictos violentos que podrían haber ocurrido hace más de 12.000 años. Un esqueleto humano encontrado en la cueva Thung Binh 1, ubicada en el complejo paisajístico de Tràng An, al norte de Vietnam, sugiere que un hombre pudo haber muerto a consecuencia de una herida infligida por un proyectil de cuarzo, lo que sugiere un posible conflicto interpersonal en la prehistoria.
El hombre, que tenía aproximadamente de 35 años al momento de su muerte, fue enterrado cuidadosamente en posición fetal, con su rostro descansando sobre sus manos. Aunque su cráneo había sido aplastado, los investigadores pudieron reconstruir su mandíbula y cráneo para obtener más detalles sobre su vida y su muerte. En un primer análisis, parecía que el hombre no presentaba otros problemas de salud significativos, salvo una lesión menor en el tobillo.

El esqueleto reconstruido encontrado en Vietnam. Foto: C.M. Stimpson
Un hallazgo inesperado: la costilla extra
Sin embargo, un análisis más profundo de su esqueleto reveló algo inusual: una costilla adicional. En lugar de las 24 costillas típicas, este hombre tenía una costilla extra, una anomalía rara que ocurre en entre el 0.2% y el 1% de la población. Esta costilla extra, situada cerca del cuello, no solo fue un hallazgo extraño, sino que además presentaba una fractura que mostraba signos de infección.

La costilla del hombre estaba rota, probablemente por la punta de flecha de cuarzo descubierta cerca. Foto: C.M. Stimpson
La fractura estaba rodeada de una brecha en el hueso, donde se habría drenado pus, lo que indica que la herida probablemente se infectó. Los investigadores sugieren que, aunque el hombre sobrevivió a la lesión inicial, la falta de tratamiento adecuado para la infección pudo haber sido la causa de su muerte. Según el análisis, es posible que el hombre haya sobrevivido durante varios meses después de la herida antes de sucumbir a la infección.
El misterioso proyectil de cuarzo
Lo más intrigante de este hallazgo es el descubrimiento de un pequeño fragmento de cuarzo cerca de la costilla fracturada. Este micropunto triangular, de aproximadamente 18 milímetros de largo, muestra signos de haber sido utilizado como una punta de proyectil, posiblemente para un dardo o flecha. El punto de cuarzo es particularmente notable porque no se asemeja a otras herramientas de piedra encontradas en la cueva o en sitios cercanos. Esto plantea preguntas sobre el origen de la herramienta y quién pudo haberla fabricado.
La ubicación del micropunto y la fractura en la costilla sugieren que este hombre pudo haber sido víctima de un ataque violento. La herida que sufrió podría haber sido el resultado de un enfrentamiento interpersonal, lo que extiende la evidencia de la violencia entre grupos de cazadores-recolectores en el sudeste asiático hace miles de años.
"El punto es especialmente intrigante", declaró Benjamin Utting , coautor del estudio y arqueólogo del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano. "No coincide con ninguna otra herramienta de piedra de Thung Bunh 1 ni de sitios cercanos, lo que plantea interrogantes sobre su fabricación y su procedencia".
La controversia sobre el motivo de la herida
A pesar de las evidencias de la herida y la infección, algunos expertos son cautelosos al sugerir que este caso realmente representa un acto de violencia. Michael Rivera, bioarqueólogo de la Universidad de Hong Kong, sugiere que la herida podría haber sido accidental. Además, destaca que el hecho de que el hombre haya sido enterrado cuidadosamente por su comunidad sugiere que fue cuidado después de su lesión, lo que podría indicar que no hubo una intención violenta detrás de la herida.
"Este es un nuevo y emocionante informe de una época y un lugar en los que disponemos de muy pocos esqueletos bien conservados para estudiar", declaró a Live Science Rivera.



















