Un utensilio común para la limpieza en la cocina libera millones de microplásticos en cada uso, según estudio
Esta herramienta pueden ser una de las mejores cuando se trata de eliminar la suciedad en la cocina, pero provocarían la contaminación en el medio ambiente.
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Las esponjas de melamina, que se usan a diario para el lavado de los utensilios de cocina, generan la liberación de millones de microplásticos mientras se degradan. Un estudio revela que estas esponjas son una fuente de contaminación por microplásticos. Los investigadores alertan sobre los posibles efectos negativos de su empleo, tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
El estudio publicado en Science señala que las partículas liberadas de las esponjas resultan ser tóxicas para el organismo. Estas no solo se dispersan en el agua, sino que también pueden ser ingeridas al entrar en contacto con los alimentos. Los microplásticos pueden permanecer en el cuerpo humano durante largos períodos, acumulándose y ocasionando diversos problemas de salud.

Las esponjas de melamina liberan microplásticos al frotarse con los utensilios de cocina.
¿Por qué las esponjas son un problema?
Las esponjas están hechas de un tipo de plástico llamado poli(melamina-formaldehído). Este polímero forma una red de fibras plásticas rígidas que, al moldearse en una esponja, se vuelve ligera y altamente abrasiva, ideal para fregar. Sin embargo, a medida que se usa la esponja, la espuma se descompone gradualmente, liberando fragmentos de microplástico que pueden llegar a los sistemas de aguas residuales. Estas fibras pueden llegar a los ecosistemas naturales, donde pueden ser consumidas por los animales y entrar en la cadena alimentaria.

Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico que miden menos de 5 milímetros. Foto: Istock
Para comprender mejor esta cuestión, los investigadores Yu Su, Baoshan Xing, Rong Ji y su equipo investigaron cómo la densidad de la espuma de la esponja y la textura de las superficies en las que se utiliza influyen en la rapidez con la que se deteriora el material y en la cantidad de fibras microplásticas que libera.
Millones de microplásticos de una esponja
El equipo compró varias esponjas de tres marcas populares y las frotó repetidamente contra superficies metálicas texturizadas, lo que provocó el desgaste de la espuma. Descubrieron que las esponjas de espuma más densa se desgastaban más lentamente y producían menos fibras microplásticas que las menos densas. A continuación, el equipo determinó que una sola esponja libera aproximadamente 6,5 millones de fibras por gramo de esponja desgastada y asumió que todas las esponjas vendidas, en promedio, se desgastan un 10 %.
Para tener una idea aproximada de cuántas fibras podrían liberarse al mes, analizaron las ventas mensuales de Amazon de agosto de 2023. Suponiendo que estas cifras se mantuvieran constantes, el equipo calculó que podrían liberarse 1,55 billones de fibras de esponjas de melamina al mes. Sin embargo, esta cifra solo considera un minorista en línea, por lo que la cantidad real podría ser incluso mayor.
¿Cómo llegan los microplásticos a nuestro organismo?
Los microplásticos pueden ingresar al cuerpo humano de diversas maneras. La ingestión de mariscos y pescados, que filtran grandes cantidades de agua que contienen estas partículas, es una de las formas más comunes. También pueden ser ingeridos a través de la sal marina, agua embotellada y del grifo, o alimentos procesados contaminados durante su producción o empaquetado.
Los microplásticos, presentes en productos de uso cotidiano como pastas dentales, exfoliantes, utensilios y envases de plástico, representan una fuente importante de contaminación. Además, estas partículas pueden ser inhaladas tanto a través del aire exterior como del polvo doméstico.




















