Descubren un animal que aprendió a usar una herramienta de la naturaleza para manipular y cazar a sus presas
Un experimento confirmó que el uso de resina optimiza la caza, mostrando que las chinches asesinas no solo la usan como adhesivo, sino como un señuelo eficaz.
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Biólogos chinos documentaron cómo las chinches asesinas, específicamente Pahabengkakia piliceps, manipulan la resina vegetal y aprovechan el olor de la savia para atraer a sus presas a una posición óptima para atacar, lo que aumenta considerablemente sus probabilidades de éxito en la cacería.
La investigación realizada por los entomólogos Zhaoyang Chen y Li Tian de la Universidad Agrícola de China, destaca cómo estas chinches depredadoras, halladas en Tailandia y China, no solo aprovechan la pegajosidad de la resina, sino también sus propiedades volátiles para atraer y capturar abejas sin aguijón. Esta investigación brinda una evidencia de que el uso de herramientas en insectos no solo es reservada para vertebrados.
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¿Cómo las chinches utilizan la resina para cazar?
Las chinches asesinas se ubican estratégicamente cerca de los nidos de abejas sin aguijón y recubren sus patas delanteras y medias con gotas de resina vegetal. Este compuesto, que las mismas abejas emplean para sellar sus colmenas, resulta fundamental.

Proceso de depredación de la chinche asesina en un nido de abeja. Foto: PNAS
Lejos de servir únicamente como un adhesivo, la resina intensifica la emisión de compuestos volátiles al ser manipulada. Esta liberación de aromas engaña a las abejas guardias, que interpretan el olor como una amenaza para su colmena y acuden rápidamente a investigar. El depredador aprovecha este movimiento para capturar a su presa con gran precisión, antes de retirarse a un lugar seguro para alimentarse.
¿Qué ocurrió en el experimento con las chinches y abejas?
Para confirmar sus observaciones, los investigadores realizaron experimentos de campo. Aplicaron resina en diferentes partes del cuerpo de los chinches asesinas: en las patas traseras y en el abdomen, lejos de sus patas captoras. Sorprendentemente, incluso en estos casos, las chinches asesinas lograron mayores tasas de éxito en la caza de abejas comparado con individuos sin resina aplicada.
Además, los científicos midieron las emisiones de compuestos volátiles de la resina antes y después de ser manipulada. Los resultados confirmaron que la manipulación incrementaba la liberación de estos compuestos, reforzando la hipótesis de que el olor resultante es el principal responsable de atraer a las abejas hacia el depredador.
"Demostramos empíricamente cómo un depredador invertebrado se adapta a la defensa de colonias de insectos sociales a través del comportamiento de uso de herramientas", escribe uno de los investigadores.
¿La resina vegetal puede considerarse como herramienta?
La definición científica de uso de herramientas en animales establece que un organismo debe manipular un objeto externo para alcanzar un objetivo específico. De acuerdo con los investigadores, el comportamiento de las chinches cumple estos requisitos de manera precisa. Al aplicar la resina vegetal en sus patas, estos insectos modifican las propiedades físicas de su cuerpo para optimizar su capacidad de captura, utilizando el material no solo como adhesivo, sino también como un potente señuelo olfativo.
La acción de manipular la resina demuestra una intencionalidad clara y una sofisticada interacción con su entorno. Además, el hecho de que los compuestos volátiles provocan una respuesta específica en las abejas sin aguijón refuerza la idea de que el flujo de información entre depredador y presa está mediado por el uso de esta sustancia natural.