Biólogos revelan la razón genética que extingue a la 'flor cadáver', la planta con olor a carne podrida, según estudio
Investigadores de la Universidad Northwestern y el Jardín Botánico de Chicago revelan que un 51% de las plantas estudiadas son clones o provienen de ejemplares emparentados. Esto reduce su viabilidad reproductiva.
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Durante años, la Amorphophallus titanum, conocida como la 'flor cadáver', fascinó a biólogos por su tamaño imponente y su inconfundible olor a carne en descomposición. Sin embargo, esta planta exótica originaria de las selvas tropicales de Sumatra, Indonesia, está al borde de la extinción, y un reciente estudio científico ha identificado una causa genética detrás de su alarmante desaparición.
La investigación, publicada en la revista Annals of Botany, revela que la especie posee una diversidad genética extremadamente limitada, producto de su reproducción en cautiverio y la fragmentación de su hábitat natural. Esta escasa variabilidad genética compromete la capacidad de la flor para adaptarse a cambios ambientales y enfermedades, poniendo en riesgo su supervivencia a largo plazo.
¿Cómo la genética está extinguiendo la 'flor cadáver'?
La ‘flor cadáver’ (Amorphophallus titanum), famosa por su enorme tamaño y su inconfundible olor a carne podrida, enfrenta una amenaza silenciosa: la baja diversidad genética entre los ejemplares cultivados en jardines botánicos.
Según el estudio publicado en Annals of Botany, citado por Wired, investigadores de la Universidad Northwestern y el Jardín Botánico de Chicago analizaron más de mil plantas distribuidas en 110 instituciones alrededor del mundo. Los resultados mostraron que el 24 % eran clones y el 27 % descendían de individuos estrechamente emparentados.
Esta endogamia reduce la producción de polen viable, da lugar a flores albinas incapaces de hacer fotosíntesis y aumenta la susceptibilidad a enfermedades, comprometiendo seriamente la viabilidad reproductiva de la especie.
Este es el origen del problema, según el estudio científico
El origen del problema radica en la falta de documentación histórica sobre los linajes genéticos. Muchos jardines botánicos no registran la procedencia de las plantas, lo que ha llevado a cruzamientos entre ejemplares emparentados sin que los responsables lo supieran.
Además, las semillas de esta especie no pueden conservarse en bancos tradicionales debido a su sensibilidad al secado, lo que dificulta aún más su preservación. Ante este panorama, los expertos recomiendan mejorar los registros genéticos, fomentar la colaboración internacional entre instituciones y desarrollar técnicas de cultivo que prioricen la variabilidad genética para evitar que esta planta desaparezca.
Características de la 'flor cadáver'
- Olor intenso a carne podrida: Emite un fuerte hedor que imita el olor de un animal en descomposición para atraer insectos polinizadores como escarabajos y moscas.
- Gran tamaño: Es una de las flores más grandes del mundo, llegando a superar los tres metros de altura en condiciones ideales.
- Floración poco frecuente: Puede tardar varios años o incluso décadas en florecer, y cuando lo hace, la flor solo permanece abierta durante unos pocos días.
- Dificultad para reproducirse: Tiene una reproducción limitada debido a la baja diversidad genética, lo que afecta su producción de polen y su capacidad para generar semillas viables.
- No se puede almacenar como semilla convencional: Las semillas de la flor cadáver no soportan el secado, por lo que no pueden conservarse en bancos de semillas tradicionales, dificultando su conservación.

















