Ciencia

Solsticio de invierno 2024: el día más corto del año en el hemisferio norte de la Tierra

El solsticio de diciembre marca el inicio de la temporada invernal para el hemisferio norte de la Tierra y trae consigo el día más corto del año en los países de la zona. Este fenómeno astronómico ocurre cada 21 o 22 del último mes del año.

El solsticio marca el cambio de estación en cada hemisferio de la Tierra. Foto: Flickr
El solsticio marca el cambio de estación en cada hemisferio de la Tierra. Foto: Flickr

Hoy, 21 de diciembre, el solsticio de invierno se presenta como un recordatorio del ciclo natural de la Tierra. Durante este día, el Sol alcanza su posición más baja en el cielo al mediodía, lo que resulta en la menor cantidad de luz solar. Además de afectar la percepción de la duración del día, este fenómeno también influye en el clima y en los ecosistemas de la región.

El solsticio de invierno ha sido celebrado a lo largo de la historia por diversas civilizaciones, que han encontrado en este fenómeno un simbolismo de renacimiento y esperanza. Los días comienzan a alargarse tras esta fecha. Mientras tanto, en el hemisferio sur ocurre lo contrario.

¿Por qué los días son más cortos durante el solsticio?

Los días son más cortos durante el solsticio de invierno en el hemisferio norte debido a la inclinación del eje de la Tierra. En este momento, el hemisferio norte está orientado alejándose del Sol, lo que resulta en una menor cantidad de luz solar que llega a toda esa región. 

Según la NASA, "durante el solsticio de invierno, todas las ubicaciones al norte del ecuador ven la luz del día durante menos de 12 horas" y "el solsticio de invierno marca el día más corto del año". Esto significa que, a medida que la Tierra continúa su órbita, después del solsticio, los días comenzarán a alargarse nuevamente hasta llegar al solsticio de verano.

El solsticio en distintas culturas

El solsticio de invierno ha sido un evento importante para diversas culturas a lo largo de la historia. En la antigua Roma, se celebraba la festividad de Saturnalia, un tiempo de festividad y celebración que honraba al dios Saturno. La festividad comenzaba con un sacrificio en el Templo de Saturno, ubicado en el Foro Romano. Este acto era seguido por un banquete público donde todos estaban invitados a participar. Durante las fiestas era común el intercambio de regalos, que incluían objetos como velas y estatuillas. Este acto simbolizaba buenos deseos y la celebración del renacimiento del sol.

En otras culturas, como la celta, se realizaban rituales para celebrar el 'renacer del sol'. Uno de los más destacados era la quema de un gran tronco, conocido como el "tronco de Yule", que se seleccionaba cuidadosamente y se guardaba desde el solsticio de verano. Este tronco se adornaba con símbolos mágicos y se quemaba durante la celebración, representando el renacer del sol. Se creía que sus cenizas tenían propiedades curativas y se guardaban para el próximo año.