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Ciencia

La misión de la NASA que planea ‘tocar’ el Sol en Navidad con una nave tamaño de un auto

Si todo sale según lo planeado, los científicos esperan recibir las primeras imágenes del histórico sobrevuelo al inicio del Año Nuevo.

La sonda Parker es la primera misión diseñada para 'tocar' el Sol. Foto: NASA
La sonda Parker es la primera misión diseñada para 'tocar' el Sol. Foto: NASA

La sonda Parker Solar Probe de la NASA está lista para realizar un sobrevuelo sin precedentes del Sol, programado para el 24 de diciembre. Lanzada al espacio en 2018, es la primera misión en la historia que se ha acercado tanto al centro del sistema solar. En esta ocasión, la agencia espacial estadounidense ha anunciado que la nave alcanzará una distancia récord de 6,1 millones de kilómetros de la superficie solar, justo en vísperas de Navidad.

"Nos estamos preparando para hacer historia", dijo el científico Nour Rawafi a los medios, durante la Reunión Anual de la Unión Geofísica Americana (AGU). "La sonda solar Parker nos está abriendo los ojos a una nueva realidad sobre nuestra estrella", agregó.

¿A qué hora se acercará la sonda al Sol?

El acercamiento de la sonda está programado para las 6.40 a. m. (Perú). No obstante, el centro de control de la misión no tendrá contacto directo con la nave espacial en ese momento. Los científicos esperan captar un tono de baliza (una señal) de la sonda que confirme su estado poco antes y después del momento más cercano, específicamente entre el 21 y el 27 de diciembre.

Si todo transcurre según lo planeado, las primeras imágenes del sobrevuelo podrían recibirse con el inicio del Año Nuevo, y los datos científicos comenzarán a llegar en las semanas siguientes, señaló Rawafi.

¿Cómo es la sonda Parker?

La sonda Parker Solar Probe es una nave espacial de tamaño compacto, similar al de un automóvil pequeño, que ha sido diseñada para explorar el Sol de manera más cercana que cualquier otra misión en la historia, según la NASA.

A pesar de su reducido tamaño, la sonda está equipada con un innovador escudo térmico llamado Thermal Protection System (TPS), que está hecho de materiales compuestos de carbono capaces de soportar temperaturas extremas de hasta 1.371 °C. Este escudo, que tiene un diámetro de 2,4 metros, protege los instrumentos internos de la nave mientras se acerca a la corona solar, donde las temperaturas son abrasadoras.

Los sistemas de la sonda incluyen tecnología avanzada, como un sistema de navegación autónomo que le permite ajustar su orientación y mantener el escudo térmico siempre hacia el Sol, asegurando la protección de los equipos incluso en las condiciones más extremas. La nave también tiene un conjunto de instrumentos científicos de vanguardia, diseñado para estudiar los campos magnéticos, el viento solar, las partículas energéticas y la corona solar.

Los descubrimientos de la sonda Parker

La sonda Parker Solar Probe ha revolucionado la comprensión del Sol desde su lanzamiento en 2018. Uno de sus avances más destacados es la investigación sobre el calentamiento de la corona solar, la atmósfera exterior del Sol, que alcanza temperaturas cientos de veces superiores a las de su superficie. Este fenómeno, que intrigaba a los científicos por décadas, ahora se comprende mejor gracias a los datos recopilados. Además, en 2022, una alineación fortuita con la nave europea Solar Orbiter permitió estudiar la misma región del viento solar, lo cual reveló cómo las ondas de plasma cargadas de energía aceleran estas corrientes hasta velocidades sorprendentes.

Otro hallazgo importante de la Parker Solar Probe es la confirmación de una zona libre de polvo alrededor del Sol, un área teorizada durante mucho tiempo, pero que hasta ahora no se había demostrado. Esta región se forma cuando la intensa radiación solar calienta el polvo cósmico a temperaturas extremas y lo convierte en gas. El descubrimiento abre nuevas líneas de investigación sobre el entorno cercano al Sol.

La longevidad y el éxito de la misión son posibles gracias al diseño innovador de la sonda. Su escudo térmico y sistemas autónomos soportan temperaturas de hasta 1.371 °C (2.500°F) mientras mantienen sus instrumentos protegidos y funcionales.