Ardillas son grabadas cazando y comiendo ratones en Estados Unidos: científicos sugieren que son omnívoras
¿Las ardillas comen carne? El estudio, parte del Proyecto de Ecología del Comportamiento a Largo Plazo, destaca que el 42% de las interacciones involucraron caza activa.
Una investigación reciente en Estados Unidos, California, ha revelado un comportamiento carnívoro inédito en las ardillas terrestres. Durante el verano de 2024, se registraron interacciones sorprendentes entre las ardillas y los topillos, lo que sugiere que los populares roedores de cola enroscada son omnívoros oportunistas, capaces de adaptarse a cambios en su entorno. La investigación forma parte del Proyecto de Ecología del Comportamiento a Largo Plazo de las Ardillas Terrestres de California, que se llevó a cabo en el Parque Regional Briones.
La autora principal del estudio, publicado en el Journal of Ethology, Jennifer E. Smith, destacó la importancia de este descubrimiento. "Nunca antes habíamos visto este comportamiento, las ardillas son uno de los animales más familiares a las personas", dijo en un comunicado de la Universidad de California Davis. Afirma que el hallazgo evidencia que "hay mucho más que aprender sobre la historia natural del mundo que nos rodea".
Ardillas cazadoras de carne
Las observaciones realizadas entre junio y julio de 2024 revelaron que el 42% de las interacciones de las ardillas con los topillos involucraron caza activa. Este comportamiento carnívoro alcanzó su punto máximo en las primeras dos semanas de julio, coincidiendo con un aumento en la población de topillos, lo que sugiere que la disponibilidad de presas influye en la conducta de caza de las ardillas.
Los investigadores, a través de videos y observaciones directas, documentaron cómo las ardillas de diversas edades y géneros cazaban y competían por los topillos. Este comportamiento flexible podría ser clave para la supervivencia de las ardillas en entornos cambiantes, especialmente en áreas urbanas donde la disponibilidad de alimentos varía.
Smith y su colega Sonja Wild, de la Universidad de California Davis, enfatizaron que la capacidad de las ardillas para adaptarse a cambios en la disponibilidad de alimentos es un rasgo notable. Este comportamiento oportunista se observa en diversas especies, desde mapaches hasta humanos, y es fundamental para su supervivencia en un mundo en constante cambio.
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Las presas de las ardillas
Los topillos son pequeños roedores pertenecientes al género Microtus, con una apariencia similar a la de los ratones pero con características distintivas. Su cuerpo es robusto, con un tamaño que varía entre 9 y 18 centímetros, incluyendo la cola, que es corta en comparación con la de los ratones comunes. Tienen hocicos redondeados, orejas pequeñas y casi ocultas entre su pelaje denso, que suele ser de color marrón o gris. Estas adaptaciones les ayudan a camuflarse en sus hábitats naturales, como praderas, tundras y bosques. Los topillos son herbívoros y se alimentan principalmente de hierba, raíces y semillas, aunque también pueden consumir corteza de árboles en invierno.
En términos ecológicos, los topillos son presas de aves rapaces y pequeños carnívoros, pero también son conocidos por causar daños en cultivos agrícolas debido a su rápida reproducción y voracidad. Según un estudio de la Universidad Estatal de Utah, las fluctuaciones en sus poblaciones están estrechamente vinculadas a ciclos de depredadores y recursos disponibles. Esto los convierte en indicadores útiles para monitorear la salud de los ecosistemas.