Científicos descubren que las olas del mar pueden ser hasta 4 veces más altas de lo estimado
Un nuevo estudio revela que las olas del océano pueden alcanzar alturas sorprendentes: hasta cuatro veces más altas de lo que se pensaba anteriormente.
Un descubrimiento desafía lo que se conocía de las dinámicas del mar. Un grupo de científicos ha identificado que las olas del océano son mucho más complejas y poderosas de lo que se asumía. El hallazgo, publicado en la revista científica Nature, muestra que, bajo ciertas condiciones, las olas pueden alcanzar alturas hasta cuatro veces mayores que las estimadas en modelos anteriores. Este avance podría tener un impacto significativo en áreas como el diseño de estructuras en alta mar, la previsión del clima y la seguridad en las costas.
Un estudio realizado por un consorcio internacional de científicos desafía la comprensión tradicional de las olas, previamente vista como bidimensional. Antes se pensaba que las olas se movían en una sola dirección, pero la nueva investigación muestra que las olas tridimensionales, que avanzan en múltiples direcciones al mismo tiempo, pueden volverse significativamente más pronunciadas antes de romperse. Este fenómeno ocurre particularmente cuando las olas se cruzan desde diferentes direcciones, algo común en eventos extremos como los huracanes.
Una de las olas más altas conocidas alcanzó los 524 metros de altura. Foto: Chris Dixon
¿Cómo se forman las olas en el mar?
Las olas del mar se generan principalmente por la acción del viento sobre la superficie del agua. Cuando el viento sopla, transfiere energía a las partículas de agua, que empiezan a moverse en un patrón ondulante. Este movimiento da lugar a lo que comúnmente llamamos olas. En un mar abierto, generalmente siguen un patrón regular y se mueven en una sola dirección, formando lo que se considera un sistema de olas bidimensional.
Sin embargo, el océano es un entorno dinámico, y las condiciones pueden cambiar rápidamente. Cuando diferentes sistemas de olas interactúan, especialmente durante condiciones meteorológicas adversas, como tormentas o cambios bruscos en la dirección del viento, pueden formarse olas multidireccionales. Estas olas, al propagarse en varias direcciones, adquieren una complejidad que va más allá del modelo bidimensional tradicional.
La altura de las olas: ¿cómo las miden?
Medir la altura de las olas del mar es una tarea clave para diversas aplicaciones, desde la seguridad en la navegación hasta la construcción de infraestructuras marinas. Tradicionalmente, su altura se mide desde la cresta, el punto más alto de la ola, hasta la base, el punto más bajo. Esta medición permite entender la magnitud de las olas y predecir su impacto en las costas y en las estructuras en alta mar.
En la investigación reciente, los científicos utilizaron tecnologías avanzadas para medir la altura de las olas tridimensionales en un entorno controlado, específicamente en una piscina de olas, de 25 metros de diámetro, que simula las condiciones reales del océano. Esta instalación permitió a los investigadores observar cómo las olas se comportan cuando se propagan en múltiples direcciones y alcanzan alturas extremas.
La piscina para el experimento tiene un tamaño similar a una piscina olímpica. Foto: Universidad de Edimburgo
Gracias a estas mediciones, se pudo demostrar que las olas pueden crecer hasta cuatro veces más que lo anticipado antes de romperse, lo que representa un desafío significativo para los modelos actuales de predicción.
Repensar las estructuras marinas
El hallazgo de que las olas tridimensionales pueden crecer hasta cuatro veces más de lo que se creía anteriormente plantea importantes preguntas sobre la seguridad y durabilidad de las estructuras marinas, como plataformas petroleras, parques eólicos en alta mar, y embarcaciones. Las estructuras marinas son construcciones diseñadas para operar en el entorno oceánico, enfrentándose a condiciones extremas como corrientes fuertes, oleajes y tormentas.
Los investigadores sugieren que las infraestructuras construidas bajo el supuesto de olas bidimensionales podrían no estar preparadas para soportar la fuerza de estas olas más extremas. Por lo tanto, es crucial revisar y actualizar los estándares de diseño para garantizar que estas construcciones puedan resistir las condiciones más adversas que el océano pueda presentar, lo que asegura su integridad y funcionalidad a largo plazo.
¿Qué otros factores, además del viento, pueden influir en la formación de olas en el mar?
Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), además del viento, varios factores clave influyen en la formación de olas en el mar. Entre estos, las corrientes oceánicas influyen en el tamaño y la dirección de las olas al interactuar con las aguas superficiales. Las corrientes opuestas a las olas tienden a aumentarlas, mientras que las que fluyen en la misma dirección pueden reducirlas.
Por otro lado, los terremotos y actividad volcánica submarina pueden provocar tsunamis, que son olas enormes de larga longitud de onda generadas por el desplazamiento repentino del agua debido a movimientos del lecho marino.
Los lugares con las olas más grandes y frecuentes en la Tierra se encuentran en áreas donde convergen corrientes oceánicas y vientos fuertes. Foto: Flickr
¿Cómo afecta el cambio climático a la formación y comportamiento de las olas en el océano?
Según investigaciones publicadas por la NASA y otros organismos científicos, el cambio climático está alterando los patrones de viento y corrientes oceánicas, factores clave en la generación de las olas. Se ha observado que el calentamiento global está intensificando los vientos en algunas regiones, lo que provoca un aumento en la altura de las olas, especialmente en los océanos del hemisferio sur. Esto se debe a que el calentamiento de la atmósfera afecta la velocidad y dirección de los vientos.
Paralelamente, las modificaciones en los patrones climáticos, como el fenómeno de El Niño (causante de aumento de temperatura) y La Niña (la cual provoca el enfriamiento de aguas del Pacífico), están generando cambios en la dirección predominante de las olas. Estas alteraciones pueden afectar las costas de manera diferente, intensificando la erosión costera en ciertas áreas.
Uno de los países con las olas más fuertes del mundo es Portugal. Foto: Debbie Hilman / Flickr
¿Cuántos tipos de olas existen?
Existen varios tipos de olas que se forman en los océanos y costas, según la NOAA. Las más frecuentes son las olas generadas por el viento. La altura y tamaño de estas dependen de factores como la velocidad y duración del viento. También, están las olas de marea, que son causadas por la atracción gravitacional del Sol y la Luna sobre la Tierra. Son de larga duración y suben y bajan el nivel del mar.
Las olas de tormenta, por otra parte, ocurren durante fenómenos meteorológicos extremos como los huracanes. Son olas de gran tamaño y se desplazan hacia las costas, provocando inundaciones y erosión. Así también, los tsunamis son olas de gran longitud generadas por movimientos sísmicos, deslizamientos de tierra o erupciones volcánicas submarinas. Pueden desplazarse a gran velocidad a través de los océanos y causar daños masivos al llegar a la costa.
El 11 de marzo de 2011, ocurrió un tsunami tras un terremoto en Japón que ocasionó la muerte de miles de personas. Foto: dpa-mag / picture alliance