Ciencia

El ganso preshistórico gigante que vivió en Australia hace 45.000 años: el cambio climático lo desapareció

El ganso gigante, de 230 kilos de peso y con gran fuerza de mordida, no pudo sobrevivir al cambio climático de su época: los lagos de agua dulce se volvieron salados.

Representación artística del ganso gigante que habría vivido en medios acuáticos de agua dulce. Foto: Flinders University
Representación artística del ganso gigante que habría vivido en medios acuáticos de agua dulce. Foto: Flinders University

Si escuchamos que había un ave de hace 45.000 años a la que apodaron el 'pájaro del trueno', nos intimidaría un poco. Y peor aún si los paleontólogos nos dicen que se trataba de un ganso gigantesco de 230 kilos, procedente de Australia, que tenía la altura de un humano adulto. Un estudio de larga data ha analizado la morfología del cráneo de esta criatura, lo cual da pistas para entender a las aves del presente.

Investigadores de la Universidad de Flinders también han sugerido que la extinción del Genyornis newtoni (su nombre científico) se debió al cambio climático de su época: los cuerpos de agua dulce se convirtieron en lagos salados. Conoce más del ganso prehistórico gigantesco en la siguiente nota.

El 'pájaro del trueno', el ganso gigante reconstruido para entender mejor a las aves

El descubrimiento de nuevos fósiles del Genyornis newtoni, un ave gigante extinta que habitó Australia hace unos 45.000 años, en los compases del periodo Pleistoceno tardío, ha orientado al campo de la paleontología a ponerle más interés a la evolución de los animales alados.

En 1913, se encontró un cráneo dañado de esta especie en Australia, pero no fue hasta ahora, más de un siglo después, que nuevos fósiles han permitido reconstruir y entender mejor a esta criatura. Conocido como el 'pájaro del trueno', el Genyornis newtoni tenía una apariencia similar a un ganso o pavo gigante, según las observaciones de los restos.

"El cráneo del dromornítido del Pleistoceno, Genyornis newtoni, se describió inicialmente en 1913. Desde entonces se han descubierto fósiles adicionales de esta especie y la comprensión de la osteología (que estudia la forma, estructura y disposición de los huesos) del cráneo de las aves ha avanzado enormemente", refieren Phoebe Mclnerney, Jacob Blokland y Trevor Digno, los investigadores del estudio científico, publicado en la revista Historical Biology.

Los recientes fósiles fueron hallados en 2019 en el lago Callabonna, sector salado y seco con poca vegetación de Australia del Sur, durante expediciones del Laboratorio de Paleontología de la Universidad de Flinders, en Adelaida.

Cuadro comparativo entre el tamaño de distintas aves y un ser humano, así como el hábitat donde se desenvuelven. Foto: Universidad de Flinders

Cuadro comparativo entre el tamaño de distintas aves y un ser humano, así como el hábitat donde se desenvuelven. Foto: Universidad de Flinders

Ascenso y declive del ganso gigante

El Genyornis newtoni, que pesaba aproximadamente 230 kilogramos y alcanzaba la altura de un humano adulto promedio, presentaba características fascinantes. Según el investigador Jacob Blokland, el análisis comparativo con aves modernas ha permitido elaborar una reconstrucción científicamente precisa de este animal. A pesar de su semejanza superficial con los emús, el Genyornis estaba más relacionado con gansos, pavos y faisanes.

El Emú es un ave no voladora y la tercera más pesada del mundo. Foto: iNaturalist Australia

El Emú es un ave no voladora y la tercera más pesada del mundo. Foto: iNaturalist Australia

Uno de los aspectos más notables de esta ave gigante es su mandíbula superior, de gran altura y flexible, similar a la de un loro, pero con forma de ganso. Este diseño le otorgaba una gran fuerza de mordida, por lo que aplastaba plantas y frutas sin dificultades. La morfología del cráneo, con grandes mandíbulas y un casco en la parte superior de la cabeza, sugiere adaptaciones a lugares acuáticos. Así, se protegía los oídos y la garganta del agua, como lo hacen los gansos en la actualidad.

Sin embargo, estas mismas adaptaciones podrían haber contribuido a su extinción. Los investigadores sugieren que el cambio climático al final del Pleistoceno, que convirtió los cuerpos de agua dulce en lagos salados, alteró drásticamente el hábitat del Genyornis: ese evento generó su desaparición.

"Estábamos particularmente emocionados por descubrir el primer pico superior fósil de Genyornis, lo que nos permitió ponerle una cara a esta ave", comentó el Dr. Trevor Digno, coautor del estudio. El análisis del cráneo, como no se había conseguido antes, ha proporcionado valiosa información sobre cómo habrían funcionado los músculos y ligamentos de la cabeza.

El descubrimiento de estos fósiles ha arrojado luz sobre la vida y extinción de uno de los gigantes prehistóricos de Australia. El Genyornis newtoni, con su imponente tamaño y adaptaciones únicas, es ahora mejor comprendido gracias a estos hallazgos. Este avance no solo permite a los científicos entender mejor las aves gigantes del pasado, sino también pone énfasis en cómo el cambio climático puede afectar a las especies sobre en planeta Tierra.