Las hormigas pueden ser entrenadas para detectar el cáncer con su olfato, según estudio
En solo diez minutos, un grupo de hormigas entrenadas ha podido detectar tumores cancerígenos en la orina de ratones
La detección precoz del cáncer es fundamental porque, cuanto antes se diagnostique, mayores serán las posibilidades de recuperación de los pacientes. Hace poco, un equipo de científicos franceses ha constatado que las hormigas pueden detectar con fiabilidad las señales tumorales.
"Si bien se trata de una investigación básica y, por ello, aún son necesarios más experimentos, los resultados son prometedores", asegura el investigador principal, Baptiste Piqueret. Las conclusiones se publicaron en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences.
Hormigas que huelen el cáncer
Las células tumorales se caracterizan por un metabolismo alterado que produce patrones únicos de compuestos orgánicos volátiles (COV), los cuales pueden utilizarse como biomarcadores del cáncer. Según los autores del estudio, mediante el aprendizaje asociativo olfativo, se puede entrenar a los animales para que detecten estas sustancias.
"Entre los insectos, las hormigas —y especialmente las de la especie ‘Formica fusca‘— han demostrado una notable capacidad de aprendizaje con olores ecológicamente relevantes; las hormigas tienen un olfato muy fino y pueden entrenarse fácil y rápidamente", aseguran.
Para su estudio, los investigadores injertaron células tumorales de cáncer de mama humano en ratones y comprobaron que las hormigas pueden aprender a discriminar el olor de los roedores sanos del olor de los animales portadores de tumores.
"Demostramos que las hormigas pueden detectar la presencia de cáncer en la orina de ratones después de un breve entrenamiento", resume en su cuenta de Twitter Baptiste Piqueret, de la Université Sorbonne Paris Nord.
Experimentos en ratones
El equipo entrenó en tres ensayos distintos, durante unos minutos, a un grupo de hormigas para que asociaran el olor del tumor a una recompensa de azúcar. Después, las dejaron en una arena en la que había orina sana y orina ‘con tumor‘, sin ninguna recompensa, y midieron sus preferencias.
"Descubrimos que pasaban más tiempo (un 20% más) al lado del olor aprendido (orina con tumor) que junto al otro", explica Piqueret, ahora en el Instituto Max Planck de Ecología Química.
Los análisis químicos confirmaron que la presencia del tumor modificaba el olor de la orina, lo que corrobora dichos resultados conductuales.
"Nuestro estudio demuestra que las hormigas detectan con fiabilidad señales tumorales en la orina de los ratones y tienen potencial para actuar como biodetectores de cáncer, eficaces y baratos", afirman los autores en su artículo, quienes ya el año pasado publicaron otro trabajo realizado en muestras celulares cancerosas con conclusiones parecidas. No obstante, recalca Piqueret, son necesarios más experimentos antes de ver a "una hormiga oncóloga", pero estos "resultados son prometedores".