Niña de 9 años encuentra diente de megalodón, el tiburón más grande de la historia
La pequeña aficionada a los fósiles halló el enorme resto óseo perteneciente a una de estas temibles bestias que medían hasta 20 metros de largo.
Molly Sampson, una niña de 9 años aficionada a los fósiles, encontró un diente de megalodón (Otodus megalodon), el tiburón más grande que jamás haya nadado en los océanos de la Tierra. El resto óseo de 13 centímetros de largo estaba en aguas poco profundas de una playa en la bahía Chesapeake, Maryland, Estados Unidos.
El hallazgo se produjo el día de Navidad, justo después de que Molly y su hermana mayor Natalie recibieran como regalo nuevos implementos para buscar fósiles en el mar, indicó la madre de las niñas, Alice Sampson, al portal LiveScience.
Molly sostiene el diente de megalodón de 13 centímetros de largo. Foto: Alice Sampson
Según Alice, de camino a la playa, Molly afirmó que estaba “buscando a Meg”, en referencia al nombre del megalodón en la película “The Meg” (Turteltaub, 2018). Media hora después, tuvo éxito.
La familia llevó el diente a Stephen Godfrey, paleontólogo del museo Calvert Marine en Solomons, quien confirmó que la pieza pertenecía a un megalodón.
Así, Molly sumó su nuevo tesoro a su colección de más de 400 dientes de tiburón.
Colección de dientes de tiburón de Molly, incluida la enorme pieza ósea perteneciente a un megalodón. Foto: Alice Sampson
Estos animales dominaron los océanos de nuestro planeta entre 23 millones y 2,6 millones de años atrás (período Neógeno). Estas temibles bestias medían hasta 20 metros de largo y eran increíblemente rápidas. Aun así, fueron llevados a la extinción probablemente a causa de la aparición de los tiburones blancos (Carcharodon carcharias), más pequeños, pero más exitosos en la cacería.
Así como los tiburones de la actualidad, los megalodones tenían esqueletos cartilaginosos que no se fosilizan bien. Por ello, la mayor parte de lo que los científicos conocen sobre estos depredadores prehistóricos proviene de sus dientes que, por su composición más dura, se conservaron en sedimentos del fondo marino.
Una de estas piezas invaluables es la que encontró Molly. Aunque podría no ser su primer diente de este animal marino.
“Ha encontrado seis dientes (sospechosos) de megalodón en los últimos años, pero ninguno tan grande como este”, aseguró su madre.