Ciencia

¿Por qué la satisfacción con la vida disminuye durante la adolescencia, según estudio?

La indagación hecha con muestras de Reino Unido y Alemania evaluó cómo se desarrolló la idea de satisfacción a la vida en los años referidos, comparándola con la edad adulta.

En Gran Bretaña se encontró que las niñas comienzan antes con el descenso en la satisfacción personal que los varones, pero esa diferenciación desaparecía en la vida adulta. Foto: Carlos Contreras/La República
En Gran Bretaña se encontró que las niñas comienzan antes con el descenso en la satisfacción personal que los varones, pero esa diferenciación desaparecía en la vida adulta. Foto: Carlos Contreras/La República

La adolescencia es una etapa de cambios constantes a nivel físico, cognitivo y psicosocial. Por ende, el paso de los años puede transfigurar la cosmovisión del joven, diferenciándola de los años infantes.

En los círculos de investigación, a causa de la pretención de políticas mundiales como el estado de bienestar, existe un interés científico por registrar la dinámica de satisfacción con la vida en los años transcurridos. Producto de ello, los estudiosos Amy Orben, Richard Lucas, Delia Fuhrmann y Rogier Kievit publicaron el pasado 3 de agosto “Trajectories of adolescent life satisfaction” en Royal Society Open Science.

Participaron del estudio 37.076 personas de 10 a 24 años y 95.466 adultos de 25 años o más en Reino Unido y Alemania. Los autores afirman que su indagación se diferencia de las otras hechas al comprender una mayor proyección de edad (hubo investigaciones que analizaron el bienestar en sujetos de 16 a 18 años).

Resultados

La satisfacción con la vida decae notablemente durante la adolescencia. Se concluye que es el descenso más pronunciado por sobre cualquier otro punto de la adultez.

Partícipe del estudio, Amy Orben argumentó en el diario El País de España que los adolescentes “son mucho más sensibles al rechazo social, les importa mucho más lo que piensen los demás”.

El motivo quizá sea, como le expresó al medio el psicólogo Enrique Echeburúa, que la regulación de la vida emocional y cognitiva del rango etario referido —a diferencia del adulto con los lóbulos frontales— depende de la amígdala, “que está relacionada con las emociones”.

Otra de las variables que explica la también investigadora de la Universidad de Cambridge es que el concepto de satisfacción varía con el paso de los años.

A sus 16 años, la adolescente Adriana Junquera considera vital los aspectos introspectivos para estar satisfecha con su vida, según dijo en charla con el medio antes mencionado. También valora “tener un buen entorno y sentirse seguro en él”. No obstante, en los próximos tiempos las variables que definen ahora su complacencia pueden cambiar.

Diferencias momentánea entre sexos

En Gran Bretaña se encontró que las niñas inician primero con el descenso en la satisfacción personal que los varones, pero esa diferenciación desaparecía en la vida adulta. Orben, la investigadora citada, explicó que el resultado podría deberse a que “la pubertad comienza antes en las niñas que en los niños y, por tanto, pasarán previamente por ciertos tipos de desarrollo”.

Por ejemplo, Bárbara Junquera, de la misma edad que Adriana, narró para El País que, con el proceso de la adolescencia, surge un cambio repentino: “Cuando eres niño parece que vives en una burbuja y fuera están los adultos que te protegen del mundo real. En la adolescencia, esa burbuja explota y empiezas a experimentar primeras sensaciones, amores, enfados... Cambios emocionales y hormonales que, como antes vivías en una burbuja, no sabes como nivelarlo”.