Astrónomos descubren las micronovas, un nuevo tipo de explosión estelar
Durante mucho tiempo, este evento cósmico había sido elusivo para los científicos debido a que solo dura unas cuantas horas.
Un equipo de astrónomos ha observado por primera vez una nueva forma de explosión estelar: las micronovas. Estas ‘pequeñas explosiones’ suceden en la superficie de algunas estrellas, pero en un área más focalizada y durante menos tiempo que las novas (en horas en vez de semanas).
Según sus descubridores, pese a ser la explosión estelar más débil y rápida jamás vista, las micronovas podrían quemar cerca de 3.500 millones de enormes pirámides de Giza en solo cuestión de horas. El artículo que detalla el hallazgo se publica hoy en la revista Nature.
“El fenómeno desafía nuestra comprensión de cómo se producen las explosiones termonucleares en las estrellas. Creíamos que lo sabíamos, pero este descubrimiento propone una forma totalmente nueva de conseguirlas”, señala Simone Scaringi, astrónomo de la Universidad de Durham y líder de la investigación.
“Esto demuestra lo dinámico que es el universo. Estos eventos pueden ser bastante comunes, pero al ser tan rápidos son difíciles de captar en acción”, detalla Scaringi.
Durante las explosiones estelares, el material de la estrella es expulsado a una gran velocidad hacia su exterior y, durante ese proceso, se forman gran parte de los elementos del universo. De todas ellas, la más potente son las supernovas.
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El origen de las micronovas
Al igual que las novas, las micronovas ocurren en un sistema de dos estrellas, cuando una enana blanca (estrella muerta) roba hidrógeno (componente principal) de su compañera, una estrella gigante roja, por su gran atracción gravitatoria.
Así, en el momento en que el hidrógeno se acumula en la superficie de la enana blanca y se combina con el helio se produce una explosión nuclear, que la vuelve más brillante durante intervalos de semanas.
La gran diferencia reside que, mientras que en las novas la explosión ocurre en toda la superficie del astro, en las micronovas sucede únicamente en los polos magnéticos de la estrella, a donde la fusión nuclear es canalizada. Por esa razón, se tratan de eventos astronómicos muy locales y elusivos.
Cuando la enana blanca atrae el hidrógeno de su estrella compañera forma una especie de disco a su alrededor. Dicho material luego se canaliza hacia sus polos, donde finalmente explota en una micronova. Foto: ESO / M. Kornmesser / L. Calçada
“Por primera vez, hemos visto que la fusión de hidrógeno también puede producirse de forma localizada. El combustible de hidrógeno puede estar contenido en la base de los polos magnéticos de algunas enanas blancas, de modo que la fusión solo se produce en estos polos magnéticos”, afirma Paul Groot, coautor del artículo y astrónomo de la Universidad de Radboud, en Países Bajos.
La primera vez que los científicos observaron indicios de las micronovas fue analizando datos del telescopio espacial TESS de la NASA, diseñado para buscar exoplanetas.
De las tres microexplosiones detectadas, el equipo estaba seguro de que dos sucedían sobre una enana blanca; sin embargo, para confirmar la última requirieron observaciones con el instrumento X-Shooter del Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Con información de ESO.