Ciencia

Casos de problemas cardiacos asociados a vacunas Pfizer y Moderna son leves y mínimos

Según un inmenso estudio en 5 millones de personas, los casos de problemas al corazón tras la aplicación de ambas vacunas son muy raros y solo de modo leve.

Los autores del estudio sospechan que el intervalo entre dosis podría influir en el desarrollo de inflamaciones. Foto: Neil Hall / EFE
Los autores del estudio sospechan que el intervalo entre dosis podría influir en el desarrollo de inflamaciones. Foto: Neil Hall / EFE

Una investigación a gran escala en Dinamarca ha llegado a una conclusión alentadora sobre el riesgo de los problemas cardíacos tras la aplicación de las dos dosis de las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech. El estudio fue publicado en la revista The British Medical Journal.

Los resultados confirman que si bien los casos de miocarditis y miopericarditis son existentes, estos se manifiestan de manera leve y representan un número mínimo del total, incluso en grupos de edad jóvenes. Por ese motivo, los autores destacan que dichos riesgos “deben sopesarse con los beneficios de la vacuna”.

Este dato sale a la luz después de que algunos países en Europa como Dinamarca, Suecia, Islandia y Finlandia detuvieran la aplicación de Moderna por el reporte de dichas afecciones en la población joven. Según la CDC, la miocarditis y la miopericardistis son inflamaciones al músculo cardíaco y al pericardio (la membrana que cubre el corazón) respectivamente y suelen ser desencadenadas por infecciones virales, bacterianas o micóticas.

Las vacunas de Pfizer y Moderna son del tipo ARNm. Esta tecnología, a diferencia de las vacunas tradicionales —basadas en la inoculación de un virus debilitados—, se caracteriza por utilizar ARNm para instruir a las células a que produzcan una porción inocua de proteína S, que está presente en la superficie del coronavirus, y generar anticuerpos de manera anticipada.

Hallazgos a gran escala

La investigación se basó en los datos médicos de 5 millones de daneses mayores de 12 años que recibieron la doble dosis de las vacunas contra la COVID-19 Pfizer y Moderna. Dicha población fue monitoreada durante un año y se tuvo en cuenta factores determinantes como su edad, sexo y otras condiciones de salud.

Del total, solo 269 participantes desarrollaron miocardistis y miopericarditis, entre ellos, el 40% era menor de 40 años y el 73% de sexo masculino. En el caso de Pfizer, los casos se presentaron mayormente entre mujeres.

Las vacunas de ARNm, como Pfizer y Moderna, continúan siendo un arma importante para la enfermedad grave de COVID-19. Foto: composición / EFE

Las vacunas de ARNm, como Pfizer y Moderna, continúan siendo un arma importante para la enfermedad grave de COVID-19. Foto: composición / EFE

Dentro de los 28 días posteriores a la vacunación, los inmunizados con Moderna reportaron más casos de problemas cardíacos a comparación de los inoculados con Pfizer. Sin embargo, para ambas poblaciones, los reportes fueron mínimos a comparación de los no vacunados. Con Moderna se notificó un 4,2 por cada 100. 000 personas, mientras que con Pfizer solo un 1,4.

Cabe destacar que ambas vacunas se asociaron con una reducción de casi el 50% en el riesgo de paro cardíaco o muerte, que son las consecuencias más graves de miocarditis y miopericarditis.

Acerca de por qué se debe la mayor incidencia de casos de miocarditis informadas en otros países europeos, los autores creen que podrían estar influyendo otros factores como la vigilancia de los efectos adversos e incluso el intervalo de las dosis. En Dinamarca, por ejemplo, el tiempo entre dosis de Pfizer fue de cinco semanas, que resulta mayor que el aplicado en Israel y Estados Unidos, después de dos semanas. Sin embargo, faltan más estudios para comprender dicha relación.