Ciencia

La luna que Saturno absorbió para convertirla en sus anillos

Saturno no siempre estuvo rodeado de su sistema de 10 anillos. Los científicos explican cómo este gigantesco planeta obtuvo su fascinante ‘cinturón’.

Una luna se desintegra para formar los anillos de Saturno conocidos al día de hoy. Foto: captura / BBC Earth Lab / YouTube
Una luna se desintegra para formar los anillos de Saturno conocidos al día de hoy. Foto: captura / BBC Earth Lab / YouTube

Los científicos, en repetidas ocasiones, observan al universo con la justeza de los telescopios espaciales a través de larguísimas distancias y logran captar los eventos más violentos y sorprendentes. Sin embargo, el sistema solar, nuestro bloque cósmico, no escapa de las múltiples versiones del caos inherentes a la materia, al menos cuando los planetas terminaban de formarse y adquirían una ‘identidad’.

Hubo una época en que Saturno, uno de los gigantes gaseosos que orbita el Sol, existía desnudo, es decir, sin su hermoso halo conformado por su sistema de 10 anillos (el astrónomo italiano Galileo Galilei los detectó en 1610). Estos aros enormes, según un artículo de la revista Science publicado en 2019, se establecieron entre hace 10 y 100 millones de años. Pero esa belleza superficial de este planeta exterior esconde una historia desastrosa.

El campo gravitacional de Saturno habría sido tan influyente que una de sus lunas del tamaño de Titán (5.150 km de diámetro) pudo haberse desintegrado por las fuerzas de marea para repartirse en una danza de anillos alrededor del cuerpo celeste.

La doctora Robin Canup, quien dirigió un grupo de científicos del Instituto de Investigación Southwestern en Boulder (Estados Unidos), explicó que el manto helado y núcleo rocoso del satélite pudo haberse disparado hacia el planeta gaseoso. Del anillo de hielo de agua que resultó de esa catástrofe, según la investigadora, se originaron otras lunas como Encélado, Dione y Tetis.

De acuerdo a un artículo de la revista Nature subido a la web en octubre del año 2010, debido a los cambios en el sistema de Saturno en evolución, estas lunas “engendradas”, en el efecto inverso, giraban en espiral hacia afuera en lugar de hacia adentro a partir del desafortunado evento.

Dejando como residuo a la capa externa helada, la parte rocosa de la luna se perdió dentro del planeta. Así se describieron los hechos mediante unas simulaciones numéricas y modelos analíticos, especialidades de Canup, experta que también aplicó estas tecnologías para estudiar los impactos de formación del satélite de la Tierra, su composición inicial y su evolución orbital.

Diagrama de Saturno con sus rasgos a escala. Foto: Kelvinsong / Wikipedia

Diagrama de Saturno con sus rasgos a escala. Foto: Kelvinsong / Wikipedia

Joseph Burns, científico planetario de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York, apoyó la idea de Canup expresando que aquella historia era convincente. Incluso podría haber habido “una cadena de satélites” de las dimensiones de Titán “en espiral hacia la muerte” desde el principio de la desintegración. De ese modo, el fenómeno no se habría limitado a la interacción de dos cuerpos astronómicos, sino a más.

También se sugiere que las colisiones de los meteoroides contra los anillos de Saturno, con el paso de los milenios, despojaron cantidades de masa de allí hasta quedar, progresivamente, como se ven en esta época de la historia del universo.

El trágico final de Cassini

La sonda espacial Cassini fue un proyecto lanzado al espacio en 1997 por la NASA, la ESA y la ASI (Agencia Espacial Italiana) —en adición a 27 países que colaboraron para que todo siguiera un estricto curso—, cuyo principal objetivo era sobrevolar Saturno y sus lunas durante cuatro años.

El 15 de setiembre de 2017, Cassini tuvo que inmolarse en las capas superiores del gigante gaseoso. Gracias a ese sacrificio logístico, quienes manejaban la astronave desde la Tierra optaron por hacer 22 inmersiones entre el planeta y su cinturón, una misión llamada Grand Finale, la despedida.

En el último tramo de su misión, la sonda Cassini se acercó tanto que su órbita pasó entre Saturno y sus anillos. Imagen: NASA.

En el último tramo de su misión, la sonda Cassini se acercó tanto que su órbita pasó entre Saturno y sus anillos. Imagen: NASA.

En esa aventura, calcularon la masa de Saturno y el cinturón frío que lo rodea. Luciano Iess, de la Universidad Sapienza de Roma, uno de los miembros del equipo de radio de Cassini, dijo que de esa manera determinaron la edad de los anillos (citada líneas atrás), aunque los detalles de su formación aún no se separan de los discursos teóricos.

“Medir la velocidad a la que Cassini estaba cayendo en el campo de gravedad de Saturno y los anillos era la clave para determinar la masa de los anillos”, comentó Iess.

Y esa medición ayudará a obtener datos importantes a futuro acerca del fenómeno.

Algunos expertos sostienen que los anillos del sexto planeta del sistema solar se produjeron por el acercamiento de un cometa, pero nadie se ha adueñado de la verdad. Mientras siga el misterio, se propondrán otras alternativas. Quién sabe si nuevas observaciones añaden información inesperada y cambian el curso de lo que se ha considerado hasta ahora.