Ciencia

Un hongo mortal convierte a las moscas macho en necrófilos desenfrenados

El hongo ‘zombi’ controla los cerebros de las moscas domésticas, aviva sus deseos sexuales y las envía a copular con hembras infectadas para satisfacer sus fines.

Una mosca infectada con E. muscae, el hongo manipulador. Foto: Inaturalist / Cobaltducks
Una mosca infectada con E. muscae, el hongo manipulador. Foto: Inaturalist / Cobaltducks

Para asegurar la dispersión en el entorno natural, muchos parásitos y patógenos manipulan el comportamiento de los huéspedes infectados, como las hormigas ‘zombi’ carpinteras. Ahora, en un artículo en versión preimpresa subido a Biorxiv, investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) observaron cómo el hongo Entomophthora muscae genera una mezcla química en moscas muertas para atraer sexualmente a los machos.

“Esto es ventajoso para el hongo, ya que la proximidad entre los huéspedes conduce a una mayor probabilidad de infección”, se describe en el estudio preliminar.

Andreas Naundrup, ecologista de la Sección de Biología Organismal en el Departamento de Ciencias Vegetales y Ambientales de la citada casa de estudios, y su equipo de colegas realizaron un experimento y le dieron a ‘elegir’ a las moscas macho si preferían a las hembras infectadas o no infectadas. Al principio, estos insectos consideraron ambas opciones por igual, por lo que no eran capaces de diferenciar un estado del otro.

Luego, para comprobar el real beneficio de los hongos en este proceso, el conjunto de científicos de la Universidad de Copenhague incubó moscas macho durante 10 días. Casi el 75% de las moscas que tuvieron contacto sexual con una hembra en etapa tardía de liberación de esporas (muerta) se infectó; por otro lado, solo el 15% de los demás ejemplares se contagiaron por estar cerca de una hembra en etapa temprana. Es decir, a mayor tiempo de exposición, mayor era la probabilidad.

Aún faltaba un paso: medir las respuestas de las antenas de las moscas domésticas masculinas ante los compuestos volátiles que circundan a las infectadas, no infectadas y esporulantes a causa de Entomophthora muscae. Determinaron que la atracción ocasionada por las moscas muertas resultaba ser más influyente.

La Entomophthora muscae, según una guía del College of Agriculture and Life Sciences de Cornell University (Estados Unidos), fue descrita por primera vez por el botánico alemán Ferdinand Cohn en 1855 a partir de una epizootia —enfermedad que ataca a un número inusual de animales al mismo tiempo— de moscas domésticas.

Las moscas pierden la voluntad por las sustancias del hongo patógeno. Otro ejemplo espeluznante de lo que es vivir en la naturaleza. Foto: Inaturalist / Trey Wardlaw

Las moscas pierden la voluntad por las sustancias del hongo patógeno. Otro ejemplo espeluznante de lo que es vivir en la naturaleza. Foto: Inaturalist / Trey Wardlaw

“Los hallazgos presentados aquí pueden tener potencial para el descubrimiento de nuevos atrayentes o feromonas semioquímicos específicos de moscas domésticas que podrían usarse en el control de plagas”, acotan los científicos.

La enfermedad fúngica no solo afecta a las moscas domésticas, sino a los moscardones. Esta comprensión de los impulsos de apareamiento de los insectos es una de las primeras descripciones unidas a un patógeno.

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