Temblor de magnitud 4,8 se reportó esta tarde en Lima
Ciencia

¿El SARS-CoV-2 permanece en el cuerpo? Advierten que “puede infectar sitios privilegiados”

En el semen, la placenta o los intestinos se ha detectado coronavirus SARS-CoV-2. Un médico-científico de la Universidad de Virginia abordó la evidencia.

Más de 11 millones de personas se han recuperado, mientras se incrementan los casos de coronavirus en el mundo. Foto: EFE
Más de 11 millones de personas se han recuperado, mientras se incrementan los casos de coronavirus en el mundo. Foto: EFE

En el planeta más de 11 millones de personas se han recuperado de la infección del coronavirus SARS-CoV-2 y ya, tanto expertos como organismos internacionales de salud, analizan las posibles secuelas y si representan un riesgo de transmisión de contagios.

William Petri, profesor de Medicina en la Universidad de Virginia (Estados Unidos) escribió un artículo al respecto el viernes 31 de julio en el sitio especializado The Conversation, en el cual también hizo una comparativa con otros virus.

Citó un pequeño estudio en el cual expertos de China detectaron coronavirus en el semen en una cuarta parte de los pacientes durante la infección activa y en un poco menos del 10 % de los que aparentemente se recuperaron.

“En este estudio, el ARN viral fue lo que se detectó, y aún no se sabe si este ARN fue de virus aún infeccioso o muerto en el semen; y si está vivo si el virus puede transmitirse sexualmente. Tantas preguntas importantes quedan sin respuesta”, aclaró.

No obstante, apuntó que el ébola sirve como ejemplo de persistencia viral en “sitios inmunes privilegiados”, a pesar de que es un virus muy diferente al SARS-CoV-2. En algunas personas sobrevive durante meses tras superar la enfermedad aguda.

“Los sobrevivientes del ébola se han documentado con infecciones persistentes en los testículos, los ojos, la placenta y el sistema nervioso central”, señaló el científico abocado a enfermedades infecciosas.

Sumado a esto, indicó que se ha descubierto coronavirus en la placenta, los intestinos, la sangre y el tracto respiratorio. También en la cavidad nasal y el paladar hasta por un mes o más después de haber contraído la enfermedad COVID-19.

En las mujeres con COVID-19 durante el embarazo, la placenta desarrolla defectos en los vasos sanguíneos de la madre que irrigan la placenta”, dijo Petri, quien aseveró que el nuevo coronavirus también puede infectar al feto a través de la placenta.

La creciente evidencia sugiere, en su opinión, que el “SARS-CoV-2 puede infectar sitios privilegiados inmunes y, a partir de ahí, provocar infecciones crónicas persistentes, pero no latentes”.

“Es demasiado pronto para saber en qué medida estas infecciones persistentes afectan la salud de una persona como la madre embarazada, por ejemplo, ni en qué medida contribuyen a la propagación de COVID-19”, afirmó.

El especialista llamó al público a estar atento a nuevas investigaciones sobre el coronavirus para tener cuidado, no infectarse y no transmitirla a otra persona.