Ciencia

Pruebas clínicas de vacuna rusa contra la COVID-19 confirman seguridad

El prototipo ya ha demostrado poder crear anticuerpos. El siguiente paso será intentar producirlas a gran escala. Han sido creadas de manera artificial, sin ningún elemento del coronavirus en su composición.

Oxford ya produce vacunas contra el nuevo coronavirus. Foto: EFE
Oxford ya produce vacunas contra el nuevo coronavirus. Foto: EFE

La primera vacuna rusa contra el coronavirus ha culminado con éxito sus ensayos clínicos, informó Alexánder Lukáshev, un representante de la Universidad Séchenovski de Moscú, institución que coordina las pruebas. Según explicó el científico, en esta fase se logró comprobar la seguridad del prototipo.

Los ensayos clínicos de esta vacuna rusa se realizan en un caso excepcional por la situación de emergencia. Anteriormente, el medicamento ya había comprobado su capacidad para crear inmunidad sin efectos secundarios, la siguiente etapa consistirá en intentar su producción a gran escala.

“La seguridad de la vacuna está confirmada. Corresponde a la seguridad de las vacunas que están actualmente en el mercado”, comentó Lukáshev en una entrevista concedida para RIA Novosti.

Se trata de un prototipo creado de manera artificial, sin ningún elemento del coronavirus en su composición. Está en forma iofilizada y representa un polvo para preparar una disolución administrada por vía intravenosa.

Los ensayos iniciaron en militares rusos de ambos sexos voluntarios el pasado 18 de junio. Participaron en total 38 personas y algunas de ellas presentaron reacciones posvacunales durante las primeras horas después de la inyección, como un ligero aumento de temperatura y dolores de cabeza. Aunque estos desaparecieron por sí solos luego de un día, dijeron los representantes de la universidad.

Los voluntarios estuvieron aislados durante un largo periodo de tiempo y mantuvieron contacto limitado con el exterior. Incluso antes del inicio de las pruebas. Los próximos 15 y 20 de julio, ellos podrán ser libres, pero continuarán siendo sometidos a exámenes para controlar el comportamiento de su sistema inmunológico por al menos seis meses.

Esta vacuna es desarrollada por el Centro de Investigación Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaléi de Moscú (NITsEM en sus siglas en ruso), en colaboración con el Ministerio de Defensa.

En una entrevista pasada, el director del Centro Gamaléi, Alexánder Guíntsburg, afirmó que existe “una alta probabilidad de que el paciente tratado con esta vacuna desarrolle inmunidad contra el coronavirus para al menos dos años y puede que para más tiempo”.