Ciencia

Cómo aprendimos a convivir con 4 virus potencialmente mortales sin vacunas

El virus de la COVID-19 podría quedarse entre nosotros por mucho tiempo, pero la humanidad ha logrado salir adelante a pesar de peores enfermedades y sin cura alguna.

En la actualidad, hay muchas esperanzas puestas en los candidatos a vacuna contra la COVID-19. Foto: AFP.
En la actualidad, hay muchas esperanzas puestas en los candidatos a vacuna contra la COVID-19. Foto: AFP.

Han pasado más de 6 meses desde que el nuevo coronavirus apareció en poblaciones humanas. Hoy, las esperanzas de millones de personas están depositadas en el éxito de una vacuna que ponga fin a la pandemia.

Si bien los científicos han avanzado bastante rápido en este aspecto, la aprobación del primer candidato a vacuna podría tardar años o décadas. En el peor de los casos, los proyectos podrían fracasar.

Por tal motivo, debemos considerar la posibilidad de tener que convivir con la COVID-19, que hasta ahora ha costado la vida a cerca de 390.000 personas, casi el 6 % de los infectados.

Esto podría sonar muy desalentador, pero la humanidad ya ha encontrado la manera de salir adelante a pesar de otros 4 virus aún más letales, según un recuento realizado por el medio británico BBC.

VIH

Dese que se aisló por primera vez una cepa VIH, en 1984, se descubrió su gran capacidad para neutralizar las defensas humanas.

Este virus, causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), ha sido el causante de más de 32 millones de muertes humanas, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin tratamiento, su letalidad es cerca del 100 %.

Virus VIH. Crédito: Instituto Robert Koch.

Virus VIH. Crédito: Instituto Robert Koch.

Dado que una de sus principales vías de contagio es a través de las relaciones sexuales, muchas personas tuvieron que cambiar ciertos hábitos. El libertinaje sexual volvió a ser tan criticado como en tiempos más conservadores.

Hasta ahora, a 36 años de su descubrimiento, no existe una vacuna contra el VIH. Hay unos 40 millones de personas contagiadas en todo el planeta y no parece que esté cerca de desaparecer.

No obstante, el desarrollo de avanzados métodos de prevención del contagio y de tratamientos que le restan letalidad ha generado que la infección por VIH se convierta en un problema de salud crónico que no impide a los infectados llevar una vida en buenas condiciones.

Gripe aviar

Dos cepas de gripe aviar, aparecidas en 1997 y 2013, causaron la muerte de muchas personas. El virus que lo causa se transmite entre las aves, las cuales los pasan a los humanos a través del contacto directo o con superficies alcanzadas por las partículas de las heces de animales infectados.

La primera cepa de la también llamada influenza A tuvo una letalidad del 60 % y la segunda mató al 39 % de los 1.565 infectados.

Cepa de la influenza A H7N9. Crédito: CDC.

Cepa de la influenza A H7N9. Crédito: CDC.

Afortunadamente, esta enfermedad altamente letal rara vez se contagia de persona a persona, por lo que es difícil que cause una epidemia. Por tanto, la propagación de la enfermedad se detuvo con el sacrificio de millones de pollos.

SARS

El SARS-CoV, un virus muy similar al que causa la COVID-19, es un tipo de coronavirus que habría sido transmitido a los humanos por una especie de murciélago. Los primeros casos se registraron en 2002, en Cantón, China.

Así como el SARS-CoV-2 (el nuevo coronavirus), este puede transmitirse entre humanos. De esa manera, causó la epidemia de síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés).

Partículas de SARS-CoV bajo microscopio electrónico. Crédito: CDC.

Partículas de SARS-CoV bajo microscopio electrónico. Crédito: CDC.

Cuando se adoptaron las medidas sanitarias tanto en la población como en los centros de salud, la epidemia llegó a su fin en julio de 2003. El saldo fue 8.400 casos, de los cuales 916 fueron mortales. La letalidad fue aproximadamente 11 %.

MERS

Se trata de otro tipo de coronavirus. Este fue detectado en 2012 y es el causante de la enfermedad conocida como síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés).

El virus fue aislado por primera vez en Arabia Saudita, pero se expandió en otros 27 países, incluyendo 12 de Medio Oriente. Con 2494 casos y 858 fallecidos hasta 2019, es el coronavirus que afecta a humanos con la tasa de letalidad más alta registrada hasta ahora: 34 %.

Partículas del MERS-CoV invadiendo una célula. Crédito: NIAID.

Partículas del MERS-CoV invadiendo una célula. Crédito: NIAID.

De acuerdo a la OMS, el virus se transmite fundamentalmente de animales a personas. Se cree que la principal fuente de contagios son los dromedarios (camellos). No obstante, el contacto estrecho entre humanos sin el cuidado adecuado podría ocasionar contagios.

Así como en el caso del SARS, el control de la epidemia del MERS ocasionó que los laboratorios suspendieran el desarrollo de las vacunas.