Los coronavirus han evolucionado junto a los murciélagos desde hace millones de años
Científicos estudiaron a 36 especies de murciélagos y descubrieron que algunos grupos tenían cepas únicas de coronavirus. Saber cómo evolucionaron podría ser clave para prevenir futuros brotes del virus.
Un estudio de comparación entre diferentes tipos de coronavirus reveló que los murciélagos han evolucionado por millones de años junto con estos patógenos. El análisis fue aplicado a 36 especies de murciélagos del Índico occidental y áreas cercanas de África.
Cada grupo de murciélagos en género, y en algunos casos a nivel familiar, tenían sus propias cepas únicas de coronavirus, afirma el trabajo realizado por 15 científicos de la diferentes universidades del mundo. El hallazgo permite comprender el escenario de cómo evolucionan estos virus y así evitar futuros brotes, asegura Steve Goodman, biólogo y autor principal de la investigación.
Mucha gente usa el término "coronavirus” como sinónimo de “COVID-19”. Sin embargo, hay una gran cantidad de tipos de coronavirus diferentes. Uno de ellos es el SARS-CoV-2, que es la cepa que causa la actual pandemia.
Asimismo, existen varias especies de murciélagos. La mayoría de ellos poseen tipos de coronavirus y son desconocidos, además, no representan una amenaza para los seres humanos.
Entendiendo la COVID-19
Los coronavirus transportados por los murciélagos estudiados en la investigación, publicada en Scientific Reports, son diferentes de los que están detrás de la COVID-19. Sin embargo, aprender sobre esta familia de virus y su evolución en estos mamíferos ayudará a comprender lo que sucede actualmente.
"Antes de que puedas descubrir programas para la salud pública y tratar de lidiar con el posible cambio de ciertas enfermedades a los humanos, o de humanos a animales, debes saber qué hay ahí fuera. Este es el tipo de plan”, dice Goodman.
Para empezar, todos los animales tienen virus que viven dentro de ellos, y los murciélagos, así como una variedad de otros grupos de mamíferos, son portadores naturales de coronavirus. Estos coronavirus no parecen ser dañinos para los murciélagos, pero existe la posibilidad de que sean peligrosos para otros animales si tienen la oportunidad de saltar entre especies.
Goodman y sus colegas tomaron muestras de sangre de más de mil murciélagos que representan a 36 especies. Descubrieron que el 8 % de ellos llevaban un coronavirus.
“Esta es una estimación muy aproximada de la proporción de murciélagos infectados. Cada vez hay más evidencia de variación estacional en la circulación de estos virus en los murciélagos, lo que sugiere que este número puede variar significativamente según la época del año”, dice Camille Lebarbenchon, ecologista de enfermedades en la Université de La Réunion (Francia).
Árbol genealógico
Al comparar los coronavirus aislados y secuenciados en el contexto de este estudio con los de otros animales, incluidos delfines, alpacas y humanos, pudieron construir un árbol genealógico gigante de coronavirus. Este árbol muestra cómo los diferentes tipos de coronavirus están relacionados entre sí.
"Descubrimos que, en su mayor parte, cada uno de los diferentes géneros de familias de murciélagos para los que había secuencias de coronavirus disponibles tenía sus propias cepas", dice Goodman.
Por ejemplo, los murciélagos frutales de la familia Pteropodidae de diferentes continentes e islas formaron un grupo en su árbol y fueron genéticamente diferentes a las cepas de coronavirus de otros grupos de murciélagos que se encuentran en las mismas zonas geográficas.
Transmisión entre especies
El equipo descubrió que, en casos excepcionales, los murciélagos de diferentes familias, géneros y especies que viven en las mismas cuevas y que tienen espacios muy cercanos en el gallinero compartían la misma cepa de coronavirus. Pero en este estudio, la transmisión entre especies es la excepción, no la regla.
“Es bastante tranquilizador que la transmisión de coronavirus en la región entre dos especies de murciélagos parece ser muy rara, dada la gran diversidad de coronavirus de murciélagos. A continuación, necesitamos comprender los factores ambientales, biológicos y moleculares que conducen a estos cambios raros”, dice Léa Joffrin, una ecologista de enfermedades que trabajó en el coronavirus de murciélago durante su doctorado en la Université de La Réunion.
Ahora bien, pese a que los murciélagos son portadores del coronavirus, Goodman y su equipo señalan que no se les debe dañar o sacrificar en nombre de la salud pública. De acuerdo con los expertos, estos animales hacen mucho bien al mundo, ya que polinizan plantas, comen insectos portadores de enfermedades y ayudan a dispersar semillas que colaboran con la regeneración de los árboles en bosques tropicales.
“El bien que hacen por nosotros supera cualquier potencial negativo”, concluye Goodman.
Con información de Europa Press.