Una publicación difundida en Facebook y Twitter afirma que la medicina, a partir del año 2021, considera la sintomatología de estornudos, tos y mocos como “síntomas de una grave patología mortal”, y, a su vez, que enfermedades como la miocarditis, pericarditis, ictus y accidentes cerebrovasculares como “leves”.
No obstante, esta comparación es engañosa. Si bien los padecimientos mencionados suelen ser leves y tienen tratamiento, también pueden evolucionar gravemente y llevar a la muerte. De igual modo, la sintomatología respiratoria calza tanto en un resfriado común como en una enfermedad potencialmente mortal como la COVID-19.
Foto: captura en Facebook
La publicación viral apareció originalmente en Twitter el último 30 de enero, y ha obtenido más de 2.600 retweets y 5.000 me gusta. El texto del post versa lo siguiente:
“La medicina, a partir del 2021, considera que los estornudos, los mocos y la tos son síntomas de una grave patología mortal, mientras que las miocarditis, pericarditis, ictus y los accidentes vasculares son ‘leves’”.
El texto viralizado cuestiona que tales padecimientos sean considerados supuestamente “leves” por el consenso médico. Sin embargo, tanto la miocarditis como la pericarditis pueden tener cuadros leves y graves.
En primer lugar, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los Estados Unidos define la miocarditis como una enfermedad poco común “caracterizada por la inflamación del músculo cardíaco, llamado miocardio, y otros cambios en las células del músculo cardíaco que pueden ser agudos o crónicos”. Puede afectar secciones pequeñas o grandes del músculo cardíaco, dificultando que el corazón bombee sangre.
Por su parte, la pericarditis denota la inflamación del pericardio, el saco que rodea el corazón. Este saco “mantiene el corazón en su posición en el tórax y lo protege de infecciones”.
Ambas afecciones pueden ser tratadas con medicamentos o cirugías, según la gravedad. Asimismo, el instituto señala que “los casos leves de miocarditis y pericarditis pueden desaparecer sin tratamiento”. Sin embargo, también pueden traer complicaciones, tales como la arritmia, insuficiencia cardíaca, derrame pericárdico y taponamiento cardíaco, entre otras.
Las consideraciones sobre la miocarditis no son propias del año 2021. Ya en el 2016, un artículo publicado en la Revista Española de Cardiología exponía lo siguiente: “Aunque la mayoría de los pacientes presentan síntomas leves o alteraciones electrocardiográficas transitorias, la miocarditis puede causar también insuficiencia cardiaca aguda y hasta shock cardiogénico que pone en peligro la vida del paciente”.
En comunicación con Verificador de La República, la médica cardióloga Edith Chávez indicó que la incidencia de miocarditis puede llegar al 15% de pacientes de COVID-19. “En estos casos, sí puede haber compromiso grave, tanto en miocarditis como en pericarditis”.
La especialista explicó que la incidencia de estas enfermedades luego de recibir la vacuna contra el coronavirus es muy rara. “Por lo general, no llegan a tener compromiso de la función ventricular, y es aún muy raro que lleguen a insuficiencia cardíaca, en el caso de la miocarditis, y a taponamiento, en el caso de la pericarditis”.
Por otra parte, el ictus o accidente cerebrovascular ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene, según expone el portal MedlinePlus. Además, como señala la Clínica Universidad de Navarra, puede causar la muerte, la incapacidad permanente del adulto, así como secuelas que afecten de manera importante la calidad de vida.
El texto viral señala de manera imprecisa que “los estornudos, los mocos y la tos” son considerados como “síntomas de una grave patología mortal”. No obstante, esta sintomatología no necesariamente da cuenta de padecimientos graves.
De acuerdo con el médico neumólogo Delfín Gavilano, miembro de la Sociedad Peruana de Neumología, estos síntomas pueden indicar “desde un resfrío común hasta un proceso grave como el coronavirus”.
El especialista sostuvo que la tos, los mocos y los estornudos pueden ser causados por procesos infecciosos virales, bacterianos o de carácter alérgico. Además, precisó que el diagnóstico no solo es clínico, sino que debe corroborarse con exámenes auxiliares.
De igual manera, en el caso de una enfermedad potencialmente mortal como la COVID-19, Gavilano sostuvo que se requieren de signos más fuertes para poder hablar de un mal pronóstico. Entre ellos, están la disnea o dificultad para respirar, el alza térmica, la baja saturación o una tomografía que revele un gran compromiso pulmonar.
La publicación que afirma que la medicina considera “leves” a enfermedades como la miocarditis, pericarditis o ictus es engañosa. En el caso de las inflamaciones del corazón, estas pueden ser leves y tratadas con medicamentos o cirugías, aunque también pueden presentar complicaciones graves.
Por su parte, la tos, los estornudos y los mocos pueden ser causados por diversas patologías de vías respiratorias, desde un resfriado común hasta la COVID-19. En consecuencia, calificamos esta publicación como engañosa.
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