Cargando...
Verificador

Es falso que la vacunación ha sido “un desastre” para el sistema inmune

Una publicación viral asegura que las vacunas “causan un gran número de enfermedades” y que “cambian nuestro código genético”. Sin embargo, dicha información es falsa.

larepublica.pe
Ghislaine Lanctot las vacunas son un desastre. Foto: Composición LR.

En Facebook, un post afirma que la vacunación es un “desastre” para el sistema inmune y que modifica el código genético de los seres humanos. La frase es atribuida a la exmédica canadiense Ghislaine Lanctôt y, hasta la fecha, ha sido compartida centenares de veces en diversas publicaciones.

No obstante, la información que presenta es falsa. La vacunación permite que el sistema inmunológico se adapte mejor a diversos microorganismos. Asimismo, las vacunas no tienen ninguna injerencia en el genoma humano.

Publicación de Facebook presenta información falsa sobre las vacunas. Foto: Captura.

Tras los pasos de Ghislaine Lanctôt, la exmédica antivacunas

La publicación atribuye la siguiente cita textual a la exmédica Ghislaine Lanctôt: “Las autoridades médicas son mentirosas. La vacunación ha sido un desastre para el sistema inmune. Causa un gran número de enfermedades. Estamos ahora cambiando nuestro código genético a través de la vacunación. De aquí a 10 años nosotros sabremos que el mayor crimen contra la humanidad fueron las vacunas”.

Tras una búsqueda por la herramienta Who Posted What, Verificador detecta que la frase circula en Facebook, por lo menos, desde marzo de 2011, sin especificar en qué momento fue declarada.

Publicación en Facebook más antigua con la presunta frase de Ghislaine Lanctôt. Foto: Captura.

De igual modo, una búsqueda de Google por palabras clave determina un posible origen de la cita en un texto antivacunas, que data del año 2001. El artículo indica que Lanctôt hizo tal declaración en diciembre de 1994 para la revista Medical Post.

Sin embargo, en el apartado de referencias que incluye el texto no se vuelve a mencionar ni a la autora de la frase ni a la revista. Asimismo, la publicación en cuestión no se encuentra actualmente disponible.

Pese a ello, la frase atribuida a Ghislaine Lanctôt sigue la línea de su postura en contra de las vacunas, la industria y la medicina alternativa, que quedó plasmada en su libro de 1994 ‘La mafia médica’. Un hecho que, según indica la autora en el prólogo a la segunda edición, le valió la anulación de su derecho al ejercicio profesional.

Las vacunas no han sido un “desastre” para el sistema inmune y previenen enfermedades

FALSO

Alexis García, inmunólogo clínico y coordinador de extensión del Instituto de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, refiere a este medio que las vacunación “ha sido uno de los adelantos científicos más importantes que ha habido para el control de enfermedades infecciosas”.

“Gracias a las vacunas, una de las enfermedades que se erradicó de la faz de la tierra fue la viruela en los años 70″, detalla. Asimismo, entre las enfermedades que previenen las vacunas, García destaca la hepatitis B, el sarampión, la rubéola, la varicela, el virus del papiloma humano y el dengue ––aunque esta última con menor eficacia––.

De igual modo, el inmunólogo agrega que la vacuna contra la poliomielitis, transmitida por el poliovirus, ha impactado de forma sustancial en la reducción de casos de en todo el globo. No obstante, se han reportado casos muy raros en los que la vacuna de virus atenuado ha podido infectar a personas sanas. La OMS reconoce este evento y recomienda utilizar la vacuna del virus inactivado.

“Al evaluar el riesgo-beneficio (...), el riesgo de la persona de tener algún problema con una vacuna es muy poco. Y es estadísticamente tan pequeño que por eso se decide vacunar de forma masiva”, acota. Antes de que una vacuna sea utilizada a nivel mundial, la OMS evalúa todos los estudios y da el visto bueno para que se utilicen en vacunaciones masivas.

El objetivo inicial de una vacuna es producir una respuesta inmune, señala el especialista. El sistema inmunológico es “entrenado” contra un virus, de modo que pueda proteger a la persona al exponerse de forma natural ante el microorganismo. “Hace que la persona no se infecte o, si se infecta, que la enfermedad sea de un pulso más leve o moderado”.

Juan More Bayona, PhD en Inmunología comparada, explica que las vacunas producen el efecto contrario a lo que indica la publicación viral: “Mientras nos expongamos más a muchos organismos, vamos a ser capaces de desarrollar una mayor inmunidad”.

Argumenta que, en el caso de las alergias, muchas ocurren por una falta de exposición a distintas moléculas, por lo que no se desarrolla una inmunidad sólida y se genera una reacción de este tipo en el futuro. En ese sentido, “ponerse una vacuna siempre nos hace más fuertes”, concluye.

Asimismo, el especialista afirma en una verificación anterior que, en la mayoría de los casos, los efectos adversos de una vacuna son transitorios. Indica que, si la sintomatología se torna moderada, suele tratarse con antiinflamatorios y solo en situaciones muy raras se produce un problema grave que requiera hospitalización o medicamentos específicos.

“Por eso la investigación de las vacunas tarda mucho tiempo”, señala Alexis García. Se evalúa la seguridad de la misma y que no haga daño, lo que puede tardar hasta más de 10 años.

En Verificador revisamos a detalle los distintos rumores alrededor de las vacunas, de las que aseguran ser las causantes del autismo, el Síndrome de Down o la enfermedad de Alzheimer.

Las vacunas no cambian nuestro código genético

FALSO

Alexis García precisa que la ingeniería genética está presente en la elaboración de vacunas, como en la del dengue. El inmunólogo explica que, en este caso, se utiliza el virus atenuado de la fiebre amarilla y se le insertan partes del virus del dengue para producir la vacuna. “No tiene nada que ver con la genética de las personas ni en ningún momento va a alterar el material genético”, continúa.

El especialista Juan More Bayona indica que no existe ninguna evidencia que sugiera que las vacunas modifiquen el código genético de las personas que las reciben. Detalla que en la candidata a vacuna de Oxford, así como otras vacunas, se utiliza un vector viral de adenovirus.

Menciona que “lo que se hace generalmente es usar un vector viral”, utilizado en los adenovirus y al cual se le incorpora genéticamente una porción de gen. En el proyecto de Oxford, se incorpora el gen que codifica la proteína S, cuyo objetivo es generar una respuesta contra la misma.

“En el caso de las recombinantes, que usan un virus vector, lo que hacen es simplemente llevar al virus como si fuera una especie de caballo de Troya”, agrega. Estos llevan la proteína Spike del nuevo coronavirus, de modo que el sistema inmune puede desarrollar anticuerpos neutralizantes contra la enfermedad: “No existe forma de que en este proceso haya una interacción con el genoma del individuo”.

Sobre las vacunas ARN mensajero, More detalla que este únicamente ingresa al citoplasma de la célula. Ahí, se dirige hacia los ribosomas, que se encargan de producir proteínas. En el caso de la COVID-19, producir la proteína S genera una reacción contra esta, lo que evitaría un posible contagio. Para afectar al genoma, tendría que ingresar al núcleo de la célula, el cual está protegido por enzimas ante el ingreso de un agente extraño.

Indica, además, que existen distintas vacunas ARNm en fases avanzadas de ensayos clínicas, pero que aún no están aprobadas.

Conclusión

Las vacunas no modifican nuestro código genético. Por el contrario, previenen enfermedades y han logrado la erradicación de algunas. Por lo tanto, calificamos esta publicación como falsa.

*Si desea saber si una publicación en las redes sociales es cierta o falsa, puede pedir a La República que compruebe la información. Envíe su solicitud al apartado Contacto o escríbanos a nuestro WhatsApp (+51 997 883 271).

Newsletter Verificador LR

Suscríbete aquí al boletín de Verificador de La República y recibe en tu correo electrónico los artículos de fact checking desmintiendo la información falsa que circula en internet.