Yma Súmac: "Me eduqué para ser grande",Yma Súmac: "Me eduqué para ser grande",Estaba allí, sentada frente a nosotros. Había descendido, no de la fama –porque la fama nadie se la quita–, sino de los altos del hotel Holiday Inn Select Lima, en Miraflores. Yma Súmac, cuyo registro de voz de 5 octavas en la escala musical nadie la ha tenido en el mundo, se presentó sencilla, humana. Vestía pantalón y chompa oscuros y había decidido regalarnos algunos minutos para conversar con ella. GRAN DIVA • Con su voz conquistó el mundo• Fue embajadora de nuestra cultura • El Perú la tenía olvidada. Esta mujer conquistó los grandes escenarios de los EEUU, Grecia, Rusia, Japón, Francia, Alemania y cuanto país se nombre. Pedro Escribano. Estaba allí, sentada frente a nosotros. Había descendido, no de la fama –porque la fama nadie se la quita–, sino de los altos del hotel Holiday Inn Select Lima, en Miraflores. Yma Súmac, cuyo registro de voz de 5 octavas en la escala musical nadie la ha tenido en el mundo, se presentó sencilla, humana. Vestía pantalón y chompa oscuros y había decidido regalarnos algunos minutos para conversar con ella. La artista peruana, cuyo nombre de pila es Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo, visita nuestro país después de treinta años. Desde muy pequeña, su voz, como un buen viento, la ha llevado por los confines del mundo cosechando aplausos y admiración. Conquistó los grandes escenarios de los EEUU, Grecia, Rusia, Japón, Francia, Alemania y cuanto país se nombre. Engreída, no solo filmó dos películas en Hollywood, sino que en el famoso Paseo de la Fama ha dejado las huellas de la firmeza de sus manos peruanas. Contra el olvido Ironías. El único país que la tuvo en el olvido fue el nuestro, por eso a buena hora que hoy, en su estadía en Lima gracias a la iniciativa de Miguel Molinari y la Asociación Romanza, le llueva homenajes y distinciones. No solo el Estado le ha conferido la Medalla de la Orden El Sol Del Perú, sino la Universidad de San Marcos y el Instituto Nacional de Cultura, entre otras entidades, le tributan reconocimientos. El olvido no podía durar tanto. Rodeada por el poeta Marco Martos, decano de la Facultad de Letras de San Marcos y el rector de esa casa de estudios, Manuel Burga, luego de ser condecorada. Manuel de Falla, el gran compositor español, no dudó en recomendar que Yma Súmac, la diva peruana, cuya voz se trasladaba al mundo de los incas sin dejar de la lado el mundo moderno, debería cantar con su voz natural y evitar profesores de canto. Ella, antes de escuchar al maestro, era consciente de ello. Y desde cuando era niña. Su historia personal es la historia de su voz. A los tres años ya cantaba, a los 12 incursionaba en festivales locales y pocos años después, invitada a las radios locales, empezó a ganar grandes audiencias. Le llegó el turno de cantar en Radio Nacional, cuyas ondas difundieron el milagro de su voz. Fue escuchada en Argentina y desde allá, Radio Belgrano de Buenos Aires, la invitó a debutar internacionalmente. Era 1942. Ese mismo año, en junio, Yma Súmac se casó con el compositor peruano Moisés Vivanco, quien además se convertiría en su manager, hasta que se divorció en 1965. Pero su voz abrió caminos, llegó a los Estados Unidos y de allí, tras conquistar Hollywood, recorrió el mundo. –El milagro suyo es la voz, ¿alguna vez tuvo el temor de perderla? –No. Desde muy pequeña he sido muy segura de mi voz. A esa corta edad, ya decía “yo quiero ser cantante”. Cuando crezca, “seré la más grande” me decía. –¿Y quién le enseñó a cantar? –Nadie. Yo tengo una técnica que yo misma creé. Nunca he tenido profesores. Que yo recuerde, cantaba desde niñita. Recuerdo que tenía un perrito, a quien le decía que yo era su mamá y que cuando crezca, yo, su mamá, iba a cantar y él iba a venir conmigo. Usted no sabe, quiero mucho a los animales, adoro a los perros. –Su registro de voz es reconocido en el mundo. –Por mi técnica, yo estoy considerada como la mejor cantante del mundo. Mi voz me ha llevado por casi todos los países. Claro, yo no ando predicando eso, soy muy sencilla, pero eso sí, cuando subo al escenario, entrego lo que sé hacer, lo que he aprendido sola. Con Walt Disney. En EEUU filmó El secreto de los Incas (1954), –¿Cómo cuidaba su voz? ¿Cuidarla le privó de muchas cosas? –No. Sabe cómo cuido mi voz... yo no bebo licor. Bueno, de vez en cuando, un poquito. Tampoco le como comidas que están muy condimentada y menos como antes de cantar. –¿Y viviendo el mundo del espectáculo, no llevó una vida de bohemia? –No, jamás. Yo era muy responsable con mi trabajo. Quienes me contrataban, algunos eran presidentes, decían que yo era una mujer maravillosa y siempre cuidé esa imagen. –¿Nunca se ha sentido sola? –No, aparte de ser muy segura, siempre tenía acompañantes. A mí me trataban como una reina en todos los países. –¿Cuál ha sido el momento más difícil de su vida? –Ninguno, porque desde chiquita quise ser artista. Eduqué mi voz para ser grande. –¿Ichocán, Lima, no le asaltaba en sus camerinos? –Bueno, eso sí, siempre extrañaba a mi país. Una mujer de culto Sobre su vida se han tejido muchas leyendas. Una de ellas dice que es descendiente directa del Inca Atahualpa (sus padres se llaman Sixto Chávarri y Emilia del Castillo Atahualpa) y que incluso en 1946 el cónsul peruano de entonces en Estados Unidos, José Valera y Arias, le extendió un documento que así lo acreditaba. Al recordarle a Yma Súmac estos orígenes, sonríe. Más bien refiere que en Europa una vez fue invitada a un museo sobre hombres ilustres de todo el mundo y donde vio un antiquísimo poncho peruano entretejido con hilos de oro, ¿de Atahualpa? “El sacerdote que me invitó me dijo que era una sorpresa para ver cuán grande es la cultura peruana”, refiere emocionada Yma Súmac. “Pero esa no es una novedad, ¿no? –lapida la artista para agregar lo siguientete:– Lo que pasa es que en el Perú hay gente estúpida que odia lo que es indio, se fija en el color y otras cosas”. Esa mezquindad parece también haberla rozado. Miguel Molinari explica que a pesar de que Yma Súmac “es una mujer de culto en el mundo, no solo por su voz, sino también por su aporte en la fusión de géneros musicales, no era hasta ahora reconocida en nuestro país. “Es motivo de orgullo peruano, Yma Súmac tiene una dimensión universal”. Intuyó la globalización cultural Entre otros discos, Yma Súmac ha grabado Leyenda de las vírgenes del sol, Mambo y Voice of the Xtabay. El antropólogo sanmarquino Raúl Romero Cevallos en ‘San Marcos al Día’, afirma: “Es posible que Yma Súmac haya sido incomprendida al inicio, como generalmente sucede con los precursores, los que abren el camino. Quienes vieron en ella a una representante de la “autenticidad” del folklore, se equivocaron. Nunca tuvo esa intención, aunque no le hubiera faltado la experiencia ni el conocimiento para hacerlo. Ella intuyó la globalización cultural mucho antes que todos, la importancia de la fusión musical cuando nadie intuía esa posibilidad, la capacidad de las melodías andinas de integrarse con el jazz, la música caribeña y el swing de las entonces famosas “big bands.” Cuando hoy día, entrado ya el siglo veintiuno, vemos que hay jóvenes que recién empiezan a explorar esas fusiones, los que conocemos a Yma Súmac, no podemos sino sonreír”. Perfil Nombre. Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo. Nacimiento. En el Callao, el 13 de setiembre de 1922. Vivió su niñez en Ichocán, Cajamarca. Trayectoria. Por su hermosa voz fue bautizada como Yma Súmac (Canto bonito). Todo una diva, recorrió el mundo y es la única peruana que tiene su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.