¡Una historia de éxito! En la década de los 90, con el objetivo de conseguir un ingreso extra para el hogar, Carlos Abanto, más conocido como 'Tío Bigote', y su esposa Lorenza decidieron invertir sus ahorros y comprar un carrito sanguchero. Con ello, abrieron un pequeño negocio de hamburguesas frente a la puerta principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Así, lograron pagar la educación de sus dos menores hijas.
Ahora, tras 25 años de arduo trabajo, el 'Tío Bigote' no solo se ha convertido en un personaje emblemático de la PUCP, sino que ha logrado expandir su negocio. Actualmente, cuenta con dos locales en diferentes distritos de Lima Metropolitana. Conoce la historia de éxito de este peruano.
La idea de poner tener un negocio propio y generar ingresos adicionales, motivó a Carlos Abanto y su esposa a vender hamburguesas. Aunque, inicialmente no sabían cuál era el lugar ideal para colocar su carrito sanguchero, optaron por posicionarlo frente a la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), ya que les quedaba mucho más cerca de su casa.
"Esto (de vender hamburguesas) lo empieza mi esposa. En los 90 salieron de moda los carritos sangucheros y conversando con mi esposa le dije: '¿qué tal si compramos un carrito y te colaboro para la olla (comprar los ingredientes)?', y lo compramos. Pero, (la pregunta era) ¿dónde lo ponemos? Entonces, como vivíamos por acá cerca, le dije: ¿por qué no lo ponemos frente a la universidad Católica? Ella me dijo que sí, para ver como nos iba", comentó Carlos Abanto en una entrevista para el canal de YouTube de la PUCP.
Tras un año de ventas, y al ver que el negocio era rentable, Carlos Abanto optó por renunciar a su puesto de trabajo para ayudar a su esposa en el negocio de las hamburguesas.
"Empezó a trabajar mi esposa (con el carrito sanguchero) porque yo laboraba en una empresa. Llega un momento y le digo: 'mira nos está yendo bien, entonces que tal si renuncio yo y trabajamos los dos'. La idea era que ella también trabaje menos. Ella me dijo: 'ya renuncia'. Y así nos dedicamos al carrito", expresó el popular 'Tío Bigote'.
Carlos Abanto ha vendido en su carrito sanguchero por más de 25 años frente a la PUCP. Foto: composición LR/captura Instagram/@eltiobigoteoficial/Criollazo
Según comentó Carlos Abanto, el nombre del negocio surge del apodo que le colocaron los cachimbos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
"Cuando empecé a vender, yo siempre usaba bigote y los cachimbos me ponen la chapa 'el tío bigote'. Siempre me decían así y como nosotros no teníamos razón social le digo a mi esposa: ¿por qué no le ponemos al negocio el 'Tío Bigote' si ya me conocen por ese nombre? Al inicio era para probar si quedaba bien con el negocio y pues ahora, prácticamente ya es una marca", reveló.
Es así que, gracias a la fidelidad de sus clientes y trabajo duro, don Carlos Abanto ha logrado abrir dos locales: uno en Comas y otro a unos pasos de la PUCP. Además de ello, su emprendimiento se ha convertido en una empresa familia, pues sus hijas hoy son socias de la marca.
El 'Tío Bigote' se ha convertido en un emblema para la comunidad de la PUCP. Foto: Instagram
César Sánchez, un fiel cliente de El Tío Bigote, recuerda a Carlos Abanto desde sus inicios en 1999. Por lo que, mediante su página oficial de Facebook, Sánchez lo recomienda con cinco estrellas.
“Desde el año 1999 es una tradición comer las hamburguesas del Tío. Éste año se ha reinventado y todo está genial, desde el empaque tanto de la hamburguesa como de las cremas... Felicitaciones Tío, sigue adelante”, escribió el joven en las redes sociales del restaurante de comida rápida.
Un fiel cliente de El Tío Bigote en su restaurante. Foto: Facebook de El Tío Bigote.