Los perritos han logrado ganarse el corazón de miles de personas por sus espectaculares y hasta tiernos comportamientos, tal como sucedió con una mascota que cautivó a los usuarios de TikTok.
Los animales se han convertido en los principales protagonistas de miles de videos que se publican a diario en las redes sociales. Esta vez, un perrito convenció hasta al más difícil cliente con la carita que ponía para que le compraran uno de sus alimentos preferidos.
Como se vio en un video publicado en la cuenta @karlymillennial, el canino se paró en la puerta de una tienda y utilizó su más grande poder de convencimiento para lograr su objetivo: que le compraran unas galletas para perros.
Lo que más derritió a los usuarios fue que el animal alzaba la patita y lo colocaba en la pierna de los compradores para llamar su atención. Hasta el momento, el video ha logrado más de medio millón de visualizaciones y miles de comentarios.
“Ese perro es socio del dueño”, “Todavía lo come triste como diciendo ‘el primer bocadito que doy’”, “Todos lo despreciaban por ser callejero, lo que no sabían es que Firulais era el gerente multimillonario que podía comprarse lo que se le daba la gana”, “El cliente: ‘Ay perrito ¿qué quieres’? El vendedor: ‘Dice que una galleta de estas mire (se las vende)’. El perrito: ‘SÍ, de esas están bien, gracias’”, fueron algunas interpretaciones que le dieron algunos usuarios de TikTok a la mirada triste del ‘perrito actor’.
En YouTube se volvió tendencia un video protagonizado por un perrito. Resulta que el can no quiso regresar a casa sin antes sacar un palo de un árbol. El animal venció su miedo, ya que, según cuenta su dueña, el cachorro no suele tocar agua. Sin embargo, su anhelo por sacar su ‘juguete’ hizo que se metiera dentro del río.
Inicialmente, el cachorro no quiso entrar en el río, pero conforme pasaron los segundos, el protagonista se metió ante la mirada de otro perrito y las risas de sus dueñas. En seguida, el animal mordió un palo del árbol e intentó arrancarlo con todas sus fuerzas. Pese a que el pequeño engreído jaló por unos segundos el pedazo de madera, no pudo lograr su cometido.