En la actualidad, los televisores destacan por tener una gran pantalla delgada con gran resolución, altavoces de calidad y conexión a internet. Sin embargo, estos aparatos electrónicos no siempre fueron así, ya que con el paso de los años han evolucionado y han dejado de lado características físicas que antes eran consideradas imprescindibles y ahora ya no se usan en su fabricación. ¿Cuáles son estos componentes? Aquí te lo detallamos.
A medida que las funciones de los dispositivos se han ido desarrollando, algunas características físicas han quedado obsoletas y ya no se utilizan en los ejemplares modernos.
Con la transición a la televisión digital, la mayoría de los televisores modernos ya no incluyen un sintonizador de televisión analógica. En su lugar, cuentan con uno digital integrado que permite recibir señales de alta definición.
Los televisores de pantalla de tubo, que fueron populares en décadas pasadas, ya no se utilizan debido a que ofrecen una calidad de imagen inferior a la de las pantallas LCD o LED.
Las conexiones de antena de conejo, también conocidas como antenas de orejas de conejo, eran empleadas para recibir señales de televisión analógica. Sin embargo, con la transición hacia los dispositivos digitales, estas conexiones se han vuelto obsoletas.
Muchos televisores modernos ya no cuentan con botones físicos en su parte frontal, ya que se han vuelto menos necesarios gracias a los mandos a distancia y las interfaces de usuario en pantalla.
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Las salidas de video compuesto, que solían utilizarse para conectar dispositivos de video analógicos, como reproductores de DVD o consolas de juegos antiguas, están siendo reemplazadas por conexiones HDMI de alta definición.
Muchos televisores antiguos contaban con altavoces integrados de baja calidad que ofrecían un sonido débil y poco claro. En la actualidad, los ejemplares modernos suelen contar con implementos de mejor calidad o incluyen la opción de conectar un sistema de sonido externo.