La beatificación del papa Juan Pablo II ha traído a la memoria de miles de peruanos ferverosos el recuerdo de nuestros santos. Entre ellos, a Santa Rosa de Lima, quien fue nombrada la primera santa de nuestro país y de América. Consagró su vida a Dios y su fe hacia él crecía conforme pasaban los años. También está San Martín de Porres, quien vivió en la Iglesia de Santo Domingo. Actualmente en ese lugar se pueden apreciar múltiples objetos que hace recordar su paso por Lima y evocan de alguna forma la tradición popular (cuando dio de comer a perro, gato y ratón en un solo plato).