Por PEDRO ALVARADO.- No solo negó repetidas veces ser autor del crimen, también se mostró compungido ante los deudos y estuvo presto a colaborar con las autoridades. Después de dos meses la policía esclareció el asesinato y violación sexual de la estudiante de contabilidad María Brenda Begoña Silva, quien a sus 20 años encontró una horrible muerte cuando realizaba prácticas profesionales en una empresa de Puente Piedra. Los detectives que estuvieron a cargo de las investigaciones llegaron a la conclusión de que el dueño de la compañía fue el que la ultrajó y mató. SOSPECHARON DE ÉL La homologación de cabellos y vestigios de piel del empresario Hermes Fausto López Lecca (42) halladas en las uñas de la víctima fueron fundamentales para dejar sin argumentos al inefable sujeto que ayer fue detenido por las autoridades. Genéticamente, estas muestras corresponden a López Lecca, se consigna en el atestado policial Nº 174-2003 de la Dirincri, remitido a la fiscalía del Cono Norte. Con ello quedó descartado que Ediberto Guillén -socio del empresario- y Carlos Zegarra Calderón, enamorado de la víctima, sean responsables del asesinato perpetrado el 26 de agosto. En realidad, desde un comienzo la policía consideró al hombre de negocios como sospechoso del crimen. Los deudos dijeron en su momento, a los investigadores, que éste acosaba sexualmente a la muchacha. No se equivocaron. María Brenda estaba a punto de graduarse como contadora pública, pero lamentablemente cayó en manos de Hermes Fausto López que se deshizo de ella en su local, distante no más de una cuadra de la comisaría de Puente Piedra. VÍCTIMA DE ACOSO SEXUAL Su afligida madre, Nori Silva de Sánchez, recuerda que la halló agonizante cuando acudió llevándole el almuerzo. "Ese cuadro ha quedado imborrable en mi mente", asegura. Los agentes que acudieron a la Av. Ricardo Palma 319 la trasladaron al hospital de la zona donde expiró a las pocas horas. No sólo la habían ultrajado, sino que le había golpeado el cráneo con una varilla de fierro El primero en ser intervenido fue Fausto López Lecca. En ese entonces mostró un cinismo a prueba de todo. Negó ser responsable del horrendo crimen, incluso se mostró compungido con los familiares de la infeliz muchacha. Para evitar ser atrapado ideó una coartada. Llegó al establecimiento empresarial a bordo de un patrullero. Lo hizo tras acudir en busca de la policía, porque -según dijo- escuchó gritos y extraños ruidos, cuando se aprestaba a ingresar al predio. La verdad, por fin, se abrió paso. Vuelca Tico con cinco ciudadanos chinos Por ALEXI VELÁSQUEZ.- Retornaban a sus domicilios confiados y la muerte estuvo a punto de atraparlos en el camino. Cinco miembros de nacionalidad china quedaron atrapados dentro de un auto Tico que volcó aparatosamente tras ser chocado por otro vehículo en Jesús María. El accidente se registró a las 3.30 de la madrugada en el óvalo Jorge Chávez. Los dos ocupantes del Hyundai AOM-378 que provocaron la colisión se encontraban ebrios, aseguraron quienes los vieron escapar del lugar. De acuerdo al velocímetro, que quedó intacto, éstos se desplazaban a casi 120 kilómetros por hora. En uno de los asientos se encontró, además, botellas con residuos de cerveza y vino. A través de la red de cámaras de la Central de Emergencias 105 se pudo registrar la fuga de los dos individuos que corrieron hacia la avenida Brasil. La familia oriental que viajaba en el Tico BID-717 había quedado atrapada dentro del pequeño y frágil vehículo. Li Sin Zao (39) y su esposa Jo Chi Xei (32) sufrieron hematomas y contusiones. Sus tres hijos también resultaron heridos. Todos ellos fueron rescatados por personal del cuerpo de bomberos que llegaron con premura al lugar del accidente. Antes de ser evacuados al hospital Arzobispo Loayza recibieron los primeros auxilios en la vía pública. Las autoridades señalaron que los responsables del accidente ya han sido ubicados. Dijeron que estos serán detenidos en las próximas horas. Entre tanto, se supo que anoche los heridos fueron dados de alta. Por fortuna sus heridas no fueron de consideración, dijeron los médicos de turno.