La Plaza Grau, un sitio representativo de Callao, ha resultado afectada debido a los persistentes oleajes anómalos que afectan el litoral peruano. Este fenómeno, que ha impactado tanto al norte como al centro de la costa del país, ha causado graves daños no solo en esta emblemática plaza, sino también en sectores cercanos como La Punta y Chucuito.
La mañana de este sábado 28 de diciembre, la Plaza Grau amaneció completamente inundada, una situación poco común para los vecinos y visitantes. Las intensas marejadas desplazaron adoquines, dejaron al descubierto ramas de arbustos y movieron grandes rocas que normalmente separan el muelle del mar.
El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) se hizo presente desde las primeras horas del día para evaluar los daños y tomar medidas inmediatas que minimicen la afectación. Es así que, entre las acciones implementadas, se destaca la colocación de una valla especial que facilita el retorno del agua al mar, reduciendo así los riesgos para los comercios cercanos, como restaurantes y tiendas, y para los vecinos.
Ante el panorama crítico, las autoridades han informado que la plaza podría permanecer cerrada no solo hasta el 1 de enero de 2025, como se había previsto inicialmente, sino también durante los días 7 y 8, dependiendo de las condiciones marítimas. La situación en sectores cercanos como La Punta y Chucuito es similar, con calles inundadas y daños a la infraestructura urbana.
La Plaza Grau, conocida por ser un punto de encuentro para deportistas y familias, permanece inaccesible. Este espacio, usualmente destinado a actividades al aire libre, ahora se encuentra sumido en un estado de emergencia, por inseguridad ciudadana, que afecta no solo a quienes lo frecuentan, sino también a la imagen turística del puerto del Callao. La isla San Lorenzo, uno de los destinos más visitados de la región, también se ve afectada debido a obstáculos en los accesos de ingreso.
Oleajes son denominados maretazos en el norte del Perú. Foto: Fiorella Alvarado/La República
Los oleajes anómalos en la Plaza Grau ponen sobre la mesa la vulnerabilidad de las áreas costeras ante fenómenos naturales. La pronta respuesta de Defensa Civil, con la implementación de medidas temporales como las vallas de contención, ha sido clave para evitar daños mayores. Sin embargo, especialistas advierten que se requiere una planificación integral para proteger estos espacios y garantizar la seguridad de quienes dependen de ellos.
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El registro de oleajes anómalos ha dejado consecuencias significativas para más de 3 mil pescadores y numerosos negocios en el litoral peruano. Las actividades económicas relacionadas con el mar, como la pesca artesanal y el turismo, se encuentran paralizadas, lo que agrava la situación de los sectores comerciales dependientes de estas actividades.
En el caso específico de la Plaza Grau, la incertidumbre sobre su apertura representa un duro golpe para el turismo local chalaco. Este espacio, que significa un punto de partida hacia la isla San Lorenzo, es clave para las actividades recreativas y turísticas del Callao. Actualmente, tanto residentes como turistas han tenido que ajustar sus planes mientras se monitorea la evolución de los oleajes.