Don Porfirio Arias Acuña, un adulto mayor de 76 años, ha logrado graduarse como ingeniero electricista en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), una de las instituciones más prestigiosas del país. Su historia es un testimonio de perseverancia y dedicación: su vida académica inició en 1973, pero le tomó 50 años culminar su carrera, debido a que tuvo que enfrentar múltiples obstáculos a lo largo de los años.
A pesar de las dificultades, como problemas de salud y la necesidad de trabajar desde joven, Don Porfirio nunca perdió de vista su sueño. En una emotiva ceremonia de graduación, recibió su diploma y medalla, y dedicó su logro a sus padres y familia, quienes siempre lo apoyaron en su camino académico. Con la mirada puesta en el futuro, Don Porfirio planea utilizar sus conocimientos para ayudar a otros y continuar aprendiendo, demostrando que nunca es tarde para alcanzar los sueños.
Inició sus estudios en 1973 y culminó en 2023. Foto: Andina
Desde su llegada a Lima a los 14 años, don Porfirio ha trabajado arduamente para sostenerse. A pesar de que la educación en la UNI es gratuita, los gastos de vida lo llevaron a interrumpir sus estudios en varias ocasiones. “No podía asistir a clases de forma continua”, recuerda en una entrevista con Andina. La lucha contra enfermedades como la tuberculosis y la tifoidea también lo obligaron a pausar su formación.
Sin embargo, en 2018, tras instalar un sistema de alarma en su hogar, sintió el impulso de retomar sus estudios. A pesar de los años transcurridos, se acercó a la universidad y fue recibido con los brazos abiertos. “Señor Arias, usted puede regresar”, le dijeron, lo que marcó el inicio de una nueva etapa en su vida académica.
Don Porfirio junto a sus compañeros de estudio. Foto: Andina
El 30 de diciembre de 2023, Don Porfirio se graduó con honores y recibió su diploma en una ceremonia que celebró su tenacidad. “Dedico esto a mis queridos padres”, expresó emocionado, reconociendo el apoyo incondicional de su familia. Ahora, su objetivo es obtener su título profesional y contribuir al desarrollo de su país, especialmente ayudando a los jóvenes a no rendirse. Con una visión clara, el adulto mayor se siente motivado a seguir aprendiendo, con planes de explorar la robótica y la automatización. “Lo puedo aprender por internet”, afirma, demostrando su disposición a adaptarse a los nuevos tiempos y tecnologías.
Para el Perú, es un orgullo continuar con los estudios, no importa la edad. Foto: Andina
Consciente de los retos que enfrentan los jóvenes hoy en día, don Porfirio comparte un mensaje de aliento: “Siempre sean persistentes en la vida y alcancen el sueño y las metas que persiguen”. Su historia es un recordatorio de que la perseverancia y la determinación pueden llevar a la realización de los sueños, sin importar la edad.