La creciente ola de violencia y extorsión que afecta al sector de la construcción en Perú sigue manifestándose en amenazas de muerte que reciben algunos profesionales. El Colegio de Ingenieros del Perú (CIP) informó que, en lo que va de 2024, siete ingenieros del gremio en todo el Perú han sido asesinados.
Edwin Chávarri, miembro del CIP alertó que la situación, alimentada por extorsionadores que buscan apoderarse de una parte de los ingresos de las obras, ha generado una constante amenaza para los profesionales del sector de construcción civil, quienes deben enfrentarse diariamente a la intimidación y el riesgo de perder la vida.
En una entrevista a Panamericana, Chávarri describió la alarmante situación que enfrenta el gremio. “Vivimos en una amenaza constante. Los ingenieros que dirigen las obras y los empresarios a cargo de los proyectos de construcción se ven presionados por extorsionadores que exigen pagos ilegales a cambio de protección”, declaró.
Según Chávarri, esta situación de inseguridad y extorsión se presenta de forma recurrente en distintas zonas del país, especialmente en las regiones donde se desarrollan proyectos de construcción de alto impacto económico.
El gremio de construcción civil ha sido uno de los más afectados, ya que no solo los ingenieros y trabajadores enfrentan estos riesgos, sino que las obras mismas se vuelven vulnerables a atentados y ataques que buscan forzar el pago de cupos ilegales.
Delincuentes asesinan a ingenieros en Piura. Foto: La República
El problema de la extorsión en la construcción ha escalado a tal punto que algunos ingenieros y empresarios han pensado en paralizar sus proyectos temporalmente para preservar sus vidas y las de sus colaboradores, señala Chávarri.
Sin embargo, estas pausas en las obras afectan la continuidad de los proyectos y generan retrasos que eventualmente impactan en la economía nacional. Chávarri advirtió que esta situación también conlleva un riesgo a largo plazo, pues, la paralización de obras reduce la demanda de mano de obra calificada, lo que podría generar una escasez de trabajadores especializados en el futuro.
“La gravedad de este tema requiere una intervención urgente de las autoridades. Es indispensable que se implementen estrategias efectivas para proteger a los ingenieros y empresarios del sector de la construcción. De lo contrario, continuaremos lamentando la pérdida de más vidas y el retraso de obras cruciales para el desarrollo del país”, añadió Chávarri, quien hizo un llamado a las autoridades nacionales y locales para establecer un plan de seguridad integral en las zonas de construcción.