La madre de familia que fue atacada a balazos por su expareja en Ate se viene recuperando. Maira Vásquez Mantilla, de 43 años, es una sobreviviente de un ataque que pudo haberle costado la vida. La mujer, quien fue víctima de un ataque a balazos por parte de su exconviviente, presenta cuatro impactos de bala en las piernas y una fractura en el fémur. Su historia es un reflejo de la violencia de género que persiste en la sociedad.
A pesar de haber tomado la decisión de poner fin a una relación tóxica, Maira se encontró atrapada en un ciclo de acoso y amenazas que culminó en un violento ataque. Su lucha por salir adelante y proteger a sus tres hijos se ha visto gravemente afectada por la obsesión de su expareja.
Maira conoció a Juan Carlos Llallahui de la Cruz en el colegio, y tras iniciar una relación, tuvieron tres hijos. Sin embargo, la relación se tornó violenta, y Maira decidió separarse. A pesar de su decisión, Juan Carlos no aceptó el final de la relación y comenzó a acosarla, amenazándola con muerte si no regresaba a su lado.
La madre de familia intentó reconstruir su vida y enfocarse en su emprendimiento de ropa interior, pero el acoso persistente de Juan Carlos la seguía atormentando. A pesar de contar con el apoyo de su familia, la situación se volvió insostenible. En ese sentido, el incidente sucedió el 30 de octubre y las cámaras de seguridad del lugar captaron el cobarde ataque.
El 30 de octubre, Juan Carlos se presentó en el restaurante de la familia de Maira, donde la confrontó. En un arranque de ira, disparó contra ella, dejándola en estado crítico. Sus familiares la trasladaron de urgencia al hospital Vitarte, donde los médicos lograron estabilizarla tras varias horas en cuidados intensivos.
El agresor no dejaba de acosar y amenazar a su víctima luego de que su relación terminara. Foto: Domingo al Día.
A pesar de su recuperación física, Maira enfrenta un largo camino por delante. El trauma emocional y el miedo a su expareja continúan presentes, complicando su proceso de sanación. La situación se agrava al saber que Juan Carlos trabajaba en la municipalidad de Ate, lo que añade un nivel de preocupación a su ya difícil situación, pues el agresor continúa libre pese a las evidencias registradas por las cámaras de seguridad.
A pesar de contar con medidas de protección, Maira no pudo evitar el ataque. Este caso pone de manifiesto la ineficacia de las medidas de seguridad en situaciones de violencia de género. La falta de protección efectiva para las víctimas es un tema que requiere atención urgente por parte de las autoridades. En tanto, Juan Carlos Llallahui de la Cruz continúa en libertad. Incluso, registra varias denuncias en su contra por violencia.
Además, el agresor trabajó en la municipalidad de Ate resguardando locales, según manifestó Javier Ávalos, gerente de seguridad ciudadana del distrito. Cabe resaltar que, en redes sociales, Juan Carlos aparece en varias ocasiones junto al alcalde Franco Vidal Morales.
De esta manera, la historia de Maira Vásquez Mantilla es un recordatorio de la necesidad de crear un entorno más seguro para las mujeres que enfrentan situaciones de violencia.