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Sociedad

Ollas comunes solicitan al Gobierno no bajar su presupuesto de S/3,70 a S/1,69 por ración

En el 2025. Red de Ollas Comunes advierte que es una reducción del 50%. Piden al MEF y Congreso que gasto por ración se eleve a S/4.50. FAO dice que una dieta saludable vale S/12 y el BM dice que Perú es el país con mayor inseguridad alimentaria en Sudamérica.

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Madres de ollas comunes realizaron plantón frente al MEF. | La República. | La República.

Alzaron su voz de protesta. Las madres de la Red de Ollas Comunes de Lima metropolitana realizaron ayer un plantón en el frontis del Ministerio de Economía y advirtieron que el presupuesto por ración que reparten a cada uno de sus beneficiarios pasará de S/3,70 en el 2023 a S/1,69 en el 2025 por decisión del Gobierno de Dina Boluarte. Esto, agregaron, representa una disminución del 50% en solo dos años.

A pesar de que el Perú, según cálculos del Banco Mundial, es el país con mayor inseguridad alimentaria en Sudamérica, la presidenta de dicha red, Fortunata Palomino, afirmó que va a ser un duro golpe para las 4.500 ollas comunes del país que atienden a 350.000 familias de escasos recursos. “Si ya era insuficiente que se inviertan S/3,70 por ración, en el 2024 esta cifra bajó a S/2,20 y el otro año será de S/1,69. Eso es indolencia”, dijo.

A las madres de las ollas comunes no les alcanza dinero.

La dirigenta contó que, hace 15 días, voceros del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) les comunicaron que el presupuesto para las ollas comunes tendría un aumento en el 2025. Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando se conoció que ese monto iba a pasar de S/144 millones a S/146 millones.

“Pedimos que se invierta S/4,50 por ración de las ollas comunes para tener una mínima alimentación nutritiva. Nuestra población es vulnerable: madres solteras, ancianos y huérfanos. Las familias ya se reparten una ración para dos”, señaló.

Sostuvo además que el dinero entregado por el Estado solo representa el 30% de sus gastos, por lo que deben autogestionar el 70% restante a través de actividades y cobros solidarios.

Piden formalizarse

El dirigente de las ollas comunes de San Juan de Lurigancho, Álex Rosales, también confirmó la reducción a S/1,70 del gasto por ración; sin embargo, consideró que el aumento del presupuesto debe ser gradual.

Agregó que, para lograr más recursos, las ollas comunes deben formalizarse a través de la inscripción del Programa de Complementación Alimentaria (PCA). “Mientras más ollas haya, más será el presupuesto”, dijo.

Palomino agregó que hay demoras en los municipios para su reconocimiento como organización social de base, con el fin de que se les reconozca como centro de atención del PCA.

Para la vocera de la Plataforma por la Seguridad Alimentaria, Jessica Huamán, esta reducción es preocupante, ya que, según la FAO, el costo diario de una alimentación saludable por persona es de 15 soles en el Perú. “Si ya hay 11,5 millones de peruanos que no acceden a esto, la cifra podría aumentar”, indicó.

Respuesta del Midis

La directora general de Diseño y Articulación de las Prestaciones Sociales del Midis, Edith Bautista, respondió que no se puede comparar el presupuesto que se empezó a entregar en plena emergencia por la pandemia del Covid-19 con el del Programa de Complementación Alimentaria.

“Con el PCA se asegura una continuidad porque ya hay un presupuesto permanente y no por medio de decretos. Además, con el programa, se entregará a las ollas comunes de Lima y Callao 1.512 kits de cocina; así como vales FISE que consisten en el 86% del costo del balón de gas y subsidios económicos que les permitirá comprar productos perecibles, para lo cual se han destinado 19 millones de soles en el 2025”, aclaró la funcionaria. Ella pidió a las ollas comunes formalizarse en el PCA para que se destinen más recursos. ❖

Claves

Pese a que el Perú es el país con mayor inseguridad alimentaria de Sudamérica, la presidenta Boluarte dijo que la lucha contra el hambre y la desnutrición es una prioridad para su Gobierno.

Este problema se da en medio de denuncias de la existencia de una red de corrupción dentro del programa escolar Qali Warma, lo que ha generado indignación.