La dueña de un chifa en el distrito de Carabayllo se ha visto forzada a cerrar su establecimiento y escapar de Lima, debido a las reiteradas amenazas que vienen sufriendo desde hace más de 15 días por parte de extorsionadores que le exigen el pago de 1.000 soles.
Los criminales, autodenominados "Los amigos de Comas", la han amedrentado advirtiéndole que están al tanto de todos sus movimientos y que, de no cumplir con sus exigencias, tanto ella como su familia podrían ser víctimas de un ataque. Además, los delincuentes le indicaron que están al tanto de los horarios de apertura y cierre de su negocio, así como del lugar de estudio de sus hijos. "Te alineas o sufrirás un atentado", señala el mensaje extorsivo enviado a través de WhatsApp.
A pesar de que presentó una denuncia ante la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional, manifestó que solo ha recibido respuestas vacías: le aseguraron que trasladarían la denuncia a la Comisaría PNP de Carabayllo y que enviarían un patrullero para vigilar la zona, pero hasta el momento nada de esto se ha concretado.
Los vecinos de Carabayllo viven atemorizados ante ola de inseguridad. Foto: captura Panamericana TV
La propietaria del chida indicó que su negocio representaba el único sustento de su familia y que, por temor a posibles represalias, se vio obligada a abandonar la ciudad y más aún, ante la falta de protección de las autoridades.
"Yo he tenido que salir lejos de Lima por temor a que me pueda pasar algo. Y entonces no veo la forma de pedir ayuda, porque ya en las autoridades yo he perdido esa confianza. Ni ganas me da de ir a la comisaría, porque no me dan una solución hasta el día de hoy. Ni siquiera, a pesar de que yo he hecho la denuncia, no me llaman para decirme que van a venir", sostuvo en diálogo con RPP.
Las extorsiones han provocado que delincuentes cometan atentados contra los negocios. Foto: captura Panamericana TV
La víctima hizo un llamado a la Policía Nacional y al Ministerio Público para que se involucren en su caso y detengan a los responsables de las extorsiones. También solicitó un mayor patrullaje en la avenida San Pedro, en Carabayllo, donde se ubica su negocio, ya que asegura que no es la única víctima de la delincuencia en la zona.
Por otra parte, los vecinos y comerciantes de este distrito expresaron su preocupación por el aumento de la delincuencia en la zona, a pesar de la declaración de estado de emergencia.
Según indican, la presencia policial es escasa y la inseguridad persiste. "La situación no ha mejorado, la inseguridad continúa, no vemos presencia policial, los delincuentes circulan en motocicletas disparando, lo cual genera temor al salir", comentaron preocupados.
El sicariato es otra modalidad delictiva que ha puesto en vilo a los vecinos de Carabayllo. Un caso se registró el pasado miércoles 18 de septiembre, en la avenida Saco Rojas, cuando un sicario asesinó a balazos a un hombre que almorzaba junto a su esposa e hijo en un restaurante.
Las cámaras de seguridad de la cevichería El Encanto de Catacaos registraron cómo el criminal llegó a los exteriores del restaurante a bordo de una motocicleta lineal, el cual era conducido por otro sujeto. De inmediato, ingresó al establecimiento y, sin quitarse el caso, disparó hasta 5 veces contra la víctima, un ingeniero de minas de 39 años de edad, identificado como Pablo Segundo Chamorro Roca.