El Fenómeno de La Niña podría manifestarse pronto con el frío más extremo del año, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). En junio de 2024, la OMM advirtió sobre la alta probabilidad de su aparición debido al enfriamiento del mar en Latinoamérica. El Estudio Nacional del Fenómeno "El Niño" (Enfen) confirma esta tendencia, destacando que el mar peruano está experimentando un notable descenso de temperatura, lo que podría dar lugar a este fenómeno, según el Senamhi.
En una entrevista para Exitosa, la ingeniería del Senamhi, Grinia Ávalos, quien labora como subdirectora de predicción climática de la institución, indicó que los estudios de la OMM se acercan a las condiciones que está pasando nuestro mar peruano.
Frío en la costa se extenderá hasta diciembre, según Enfen. Foto: composición LR/difusión
"Un evento de la niña en esta temporada, que es la más fría del año en el hemisferio sur, incide de manera importante en las temperaturas del aire; es decir, para remitirnos al último comunicado del Enfen, que indica que es más probable entre julio y diciembre tengamos el evento, además, frente a una costa del Perú con un enfriamiento también entre julio y setiembre. Vamos a tener un invierno más frío de lo normal", afirma Ávalos.
Desde que inició los primeros indicios del invierno en mayo del 2024, las organizaciones como el Enfen y el Senamhi, no han levantado las alarmas ante una posible activación de un Fenómeno de La Niña fuerte, solo se había identificado un enfriamiento del mar que hasta ese momento era desconocido.
La ingeniera Ávalos afirma que aún es pronto para descifrar una pronta magnitud del posible Fenómeno de La Niña invernal que podría aparecer, debido a que no hay las suficientes pruebas necesarias. Por ello, indica que es necesario que estemos a finales de este año para entender mejor la situación climatológica actual.
Mapa del enfriamiento del mar, según Enfen. Foto: captura de pantalla.
"Aún no se puede indicar que intensidad va a tener este Fenómeno de La Niña. Lo que sí es más certero, es indicar que hay un escenario probable que se va a manifestar nuevamente y que, seguramente, en las próximas semanas, a medida que se vayan corroborando más datos, se entienda mejor el panorama", explica Ávalos.
El comunicado N° 10 del 2024 publicado por el Enfen, indica que el enfriamiento de los mares de la costa peruana seguirá en crecimiento hasta febrero del año 2025, pero que su enfriamiento pico se hará realidad en el mes de noviembre, etapa cíclica que en el Perú suele ser calor debido a la estación de la primavera.
Eso significaría que tendríamos una primavera fuera de lo común, donde la influencia del mar sobre el clima en la costa influenciaría de sobremanera. Sin embargo, el Enfen aún no ha levantado las alertas ante un posible Fenómeno de La Niña. Esto se debe a que aun los indicios no son claros, pero se visualiza una tendencia hacia el enfriamiento de la región Niño 1 + 2 (es decir, el mar cercano a la costa peruana).
Según Senamhi, el invierno finaliza el 22 de septiembre. Al término de esta estación se marca un cambio gradual en las temperaturas y condiciones climáticas, especialmente en la costa y sierra del país. No obstante, estas condiciones pueden variar según la región.
Después del invierno en Perú, continúa la estación de la primavera, que inicia el 23 de septiembre y dura hasta el 21 de diciembre, momento en que comienza el verano.
Invierno en Perú. Foto: Andina
La Niña es un fenómeno climático que se caracteriza por el enfriamiento anómalo de las aguas superficiales del océano Pacífico, específicamente en las regiones ecuatorial, central y oriental. Este evento, considerado el opuesto de El Niño, tiene repercusiones globales significativas que afectan a diversos sectores.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), La Niña se distingue por temperaturas marinas más frías y un aumento en las precipitaciones en ciertas regiones, mientras que otras áreas experimentan sequías. Este contraste en las condiciones climáticas puede tener diversos impactos en la agricultura, la disponibilidad de recursos hídricos y la vida silvestre, entre otros. Es crucial comprender y monitorear estos eventos para anticipar y mitigar sus efectos en la sociedad y el medio ambiente