Como en una película de espías, el ciudadano Manuel Gregorio Gálvez García entró a la División de Investigación Criminal de Tumbes, mostrando un video en su celular donde había registrado una coima solicitada por malos policías debido a que, al ser intervenido, portaba un arma de fuego, supuestamente ilegal.
A cambio de ese dinero, los efectivos lo liberarían. La negociación siguió según lo pautado. Con las pruebas en sus manos, los agentes de la Divincri Tumbes entraron en acción y detuvieron a cuatro subalternos que hoy han sido puestos a disposición del Ministerio Público.
Eran casi las 10.30 de la noche del viernes último cuando se procedió a la detención de estos efectivos de la comisaría San Isidro. Los suboficiales de tercera Juan Acosta Sánchez y Bryan Mendoza Huancayo se encontraban a bordo del vehículo policial PL 21134, en la Panamericana Norte y no pusieron resistencia.
Luego fueron detenidos en el interior de la comisaría el suboficial brigadier Mario Noriega Dioses y el suboficial de segunda Javier Herrera Urbina.
Según se informó. Gálvez García reconoció a estos efectivos como los autores de delito de extorsión en su contra, al haberle solicitado 500 soles para dejarlo continuar con su camino debido a que portaba un arma de fuego, supuestamente ilegal, pues en ese momento no tenía la licencia virtual entre otras cosas.
Ese ‘operativo’ lo realizaron al promediar las 8.00 de la noche, lo que motivó que el agraviado haga un depósito de 500 soles por Yape, por exigencia de los efectivos, ahora detenidos, a nombre de Lourdes Thais Vásquez Miranda.
Este hecho fue comunicado al Ministerio Público y luego de la denuncia, con las pruebas obtenidas, los detenidos fueron puestos a disposición del Departamento Desconcentrado Anticorrupción de Tumbes.
Esta tarde, a través de redes sociales, el Ministerio del Interior, confirmó que bajo la política de cero corrupción los cuatro efectivos fueron detenidos en Tumbes y denunciados por el presunto delito de extorsión en agravio del citado ciudadano. “Los sujetos ya están a disposición de la fiscalía”, precisaron.
Una ballena fue captada intentando salvar la vida de su cría que quedó enredado en una de las redes de pesca en el mar de Punta Sal.
Al parecer, las ballenas se acercaron mucho a la costa y se enredaron en los rieles y boyas que los pescadores artesanales usan para atrapar pescados.
La ballena jorobada, de tamaño entre 10 a 12 metros, intentaba ayudar a respirar a su ballenato y que se mantenga a flote, pues una larga red de nailon envolvía su cola.