El presunto feminicida José Esteban Cappa Castillo se encontraba con paradero desconocido tras ser sindicado como sospechoso de la muerte de su expareja, ocurrido el martes 9 de julio. Sin embargo, la Policía confirmó su muerte este jueves en la comunidad nativa Utiruyacu, distrito de Barranca, provincia de Datem del Marañón, en Loreto.
El hombre se encontraba escondido en la casa de su madre, que queda a unas cinco horas de donde ocurrió el asesinato de Enith Cahuaza Pizango y donde fue visto por última vez.
Los propios familiares de Cappa Castillo encontraron el cadáver del presunto feminicida junto con el arma de fuego (retrocarga), con el que habría utilizado para atentar contra su vida.
La víctima, identificada como Enith Cahuaza Pizango, recibió múltiples cortes en el rostro y cuerpo, aparentemente parte de su expareja. Cappa Castillo habría usado un machete para atacar a su exconviviente tras una discusión.
Los pobladores de la localidad de Saramiriza, distrito de Manseriche, en la región Loreto, la encontraron en estado inconsciente, aunque con vida. La socorrieron y la trasladaron hasta un puesto de salud más cercano. Sin embargo, esta mañana se dio a conocer que falleció por la gravedad de las heridas.
El sospechoso se encuentra prófugo de la justicia. Los testigos presumen que Cappa Castillo la asesinó, pues anteriormente había maltratado a su expareja cuando aún mantenían una relación.
Cappa Castillo y Cahuaza Pizango tuvieron dos hijos que hoy han quedado en la orfandad y al cuidado de los familiares de la madre.
Foto: difusión
Hasta mayo del 2024, se han registrado 80 casos de feminicidios en Perú, 3 de ellas pertenecen a Loreto. Además, hay 2 tentativas de feminicidio en Loreto, de un total de 89 tentativas de feminicidios reportados a nivel nacional, según el Programa Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.
Si eres o conoces a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, comunícate de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”. Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente.