*Reportaje publicado el 15 de junio de 2024.
Ni el sonado estado de emergencia del año pasado ni los trabajos coordinados entre el serenazgo y la Policía, y tampoco las protestas de los vecinos, han sido suficientes para frenar la violencia y guerra entre mafias en la zona comercial de Lince, en la que abundan bares, discotecas y hoteles. Esta comprende jirones y avenidas como Risso, Tomás Guido, Las Heras, Bernardo Alcedo, entre otros.
¿Las víctimas de estos sujetos y bandas que han tomado Lince desde hace casi siete años?: trabajadoras sexuales, transeúntes y vecinos del distrito, atemorizados y que tratan de ser precavidos para no ser víctimas de las balaceras de las mafias que pugnan por el control de esta zona.
El último incidente sucedió el viernes 7 de este mes en la madrugada, cuando dos sujetos de nacionalidad venezolana, David Álvarez Aular (26) y Sandy Venales Espinoza (22), llegaron a bordo de una moto al cruce de la avenida Petit Thouars con Las Heras y dispararon a dos mujeres jóvenes de su misma nacionalidad, quienes no habrían pagado el cupo solicitado para poder ejercer su oficio. Ellas están aún hospitalizadas.
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El ataque también afectó a dos ciudadanos que se encontraban cerca del lugar. Uno de ellos es Pablo del Carpio, quien recibió una bala perdida; él fue con sus amistades a divertirse a un bar de esa zona y ya se dirigía a su domicilio; pero pese a estar a varios metros del lugar del ataque, le cayó una bala en la pantorrilla y tuvo que tomar un taxi por su cuenta hacia el hospital Ulloa.
Del Carpio ya reposa en su domicilio. Por otra parte, Manuel Yataco trabaja en un local de la zona y tuvo la mala suerte de ser el otro transeúnte afectado. Aún se encuentra recuperándose luego de que una bala le rozara una oreja.
Pero lo sucedido el viernes 7 solo es un capítulo más de los hechos de sangre que ocurren por Risso y calles cercanas. En octubre de 2023, a la altura de la cuadra 20 de la avenida Petit Thouars, una granada fue arrojada al hostal Aristo por dos sujetos en moto y dejó el saldo de tres personas heridas.
Ese atentado sucedió en el marco de una guerra de mafias por el control del negocio de explotación y extorsión a trabajadoras sexuales y venta de drogas. Y solo días antes, a fines de setiembre, fue asesinada una trabajadora sexual de 33 años en el cruce de la avenida Petit Thouars con Ignacio Merino.
One Family, según las investigaciones policiales, es la organización delictiva responsable del asesinato de esa mujer y del último atentado. La banda actualmente domina el negocio del cobro de cupos a las meretrices que trabajan en la zona comercial de Lince, la cual era manejada anteriormente por el Tren de Aragua, a la que le habría ganado la guerra; es decir, solo cambiaron los extorsionadores, mas no sus formas.
Control. El estado de emergencia de 2023 calmó las cosas, pero duró poco tiempo. Foto: difusión
Por ello, los vecinos de esa zona viven preocupados, y sienten que cuando llega la noche (sin importar que sea día de semana) deben tomar otra ruta para llegar a casa, así el camino sea más largo, o simplemente avanzar rápido. Así nos explica C. R., vecino del lugar.
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“En Lince (las balaceras y el peligro) son pan de cada día. Simplemente descansan un tiempo y luego regresan. No hay tregua en este distrito. (…) La gente vive asustada. Puedo estar un día pasando con mi madre o mi pareja y puedo terminar baleado; esa es mi percepción”, nos explica este vecino de Lince, que vive a solo unas cuadras del lugar donde ocurrió el violento hecho de hace una semana, y quien llega siempre tarde a su casa luego de trabajar.
“Las cámaras que han puesto sirven para identificar, pero ¿después qué más? Identificas al sicario, pero ya a mí me cayó un balazo. ¿Recupero mi vida? ¿Alguien me va a devolver el dinero que se gasta en el hospital o clínica? Yo no me siento seguro. Al final, qué bueno que hayan atrapado a esas personas, pero no es que a mí como vecino me dé tanta seguridad esas cámaras”, agrega.
Por su parte, L. B., otro vecino participativo de Lince (declarado en octubre de 2023 en estado de emergencia por el incremento del accionar criminal y la inseguridad ciudadana”), quien vive por la zona comercial, también nos da un testimonio similar y comenta que la medida que se activó el año pasado no logró tranquilizar a la población.
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“Seguimos viviendo con miedo. Siguen pasando lamentablemente los ataques a las trabajadoras sexuales por el cobro de cupos, lo mismo con los empresarios y comerciantes (…) Yo camino en mi distrito, regreso caminando de mi universidad a las 10 de la noche; me siento inseguro haciéndolo, pero debo hacerlo”, detalla.
L. B. agrega que muchos ciudadanos perciben que la alcaldesa y los regidores, pese a ser representantes de los vecinos, “no se están dando el tiempo de caminar y preguntar cómo se vienen sintiendo los contribuyentes”, más allá de las marchas organizadas en las que participa el municipio contra la inseguridad ciudadana al lado de las juntas vecinales, como la que hubo en abril de este año.
Mafia. En Lince se han rescatado a decenas de mujeres que eran explotadas. Foto: difusión
A su turno, la alcaldesa de Lince, Malca Schnaiderman, aseguró a La República que la declaratoria de estado de emergencia contribuyó con la reducción de los delitos asociados a las mafias.
“Me sirvió mucho para reducir la trata de personas en el distrito y fue positivo para nosotros en cuanto a seguridad ciudadana. Los vecinos se sentían seguros y eso me ayudó para combatir la delincuencia, sobre todo la trata de personas que es el principal problema”, asevera Schnaiderman, quien adicionó que el Serenazgo de su distrito y la Policía han hecho 11 megaoperativos desde que asumió el cargo.
Respecto a la implementación de más cámaras de seguridad (una de sus principales promesas cuando era candidata) y la operatividad de las mismas, apuntó que el 84% de cámaras están funcionando de un total de 200. Pero están inoperativas un 16% (32), ya que se les pondrá fibra galvanizada luego de que ardillas deterioraran la fibra óptica de dichos equipos.
Lamentablemente, la percepción de temor del ciudadano no ha cambiado tras esas medidas y las extorsiones han regresado como demuestra lo sucedido hace unos 10 días. La alcaldesa, asimismo, fue amenazada de muerte hace unos meses tras el cierre de discotecas y hoteles en los que se ejercía el meretricio.
Por su lado, Carlo Ángeles, exregidor de Lima, nos precisa que una forma en la que las municipalidades pueden hacer un mejor trabajo es con liderazgo político y empezando a sancionar a lugares ya identificados en los que se ejerce prostitución, explotación sexual y que son dominados por las mafias.
“Si bien los Gobiernos locales no tienen competencia en el crimen organizado, hay algunas acciones dentro de sus competencias que les permiten golpear a las mafias donde más les duele que es en sus bolsillos. (…) Dentro de sus acciones de fiscalización estoy seguro de que se sabe cuáles son esos hoteles, establecimientos, donde más que usarse para el objetivo por el cual tienen una licencia, son fachadas para el tráfico sexual, tráfico ilícito de drogas, etc. Las municipalidades pueden golpear esas mafias cortándoles la plata, precisamente interviniendo estos locales”, menciona Ángeles.
Asimismo, comenta que los operativos policiales o la vigilancia de serenazgo podrían ser más eficientes. “Donde está la autoridad no están las trabajadoras sexuales ni están aquellos que ‘brindan’ protección a cambio del cobro ilegal de cupos. Al momento que se presenta la patrulla de la Policía o serenazgo, las trabajadoras se dispersan, pero esa no es una acción real porque se van momentáneamente”, refiere.
“Si yo quiero ser efectivo y conozco dónde está el problema, no tengo que moverme de estos lugares. (…) Vale decir que el problema no son las trabajadoras, sino las mafias que atentan contra ellas y ponen en riesgo a la comunidad”, finaliza.
La República intentó comunicarse con Depincri de la PNP, pero desde su equipo de prensa informaron que ya tenían su agenda llena.
Autoridad. Alcaldesa Malca Schnaiderman también ha sido amenazada por mafias. Foto: difusión
En una rueda de prensa, el jefe de la Divpol Sur 1, coronel PNP Helbert Luna, informó, tras la intervención del viernes 7 de junio, que la comisaría de Lince cuenta con 115 efectivos policiales, cuando lo apropiado sería tener entre 120 a 240, pero lastimosamente hay “un serio déficit de personal en toda la Policía”.
Los vecinos son los perjudicados con este problema que le compete al Mininter.
Seguridad. En octubre del 2023, el Gobierno declaró en emergencia a Lince por 60 días tras pedido de la alcaldesa.
Control. La guerra entre mafias en la zona comercial de Lince explotó hace casi 5 años. Entre sus víctimas están trabajadoras sexuales y líderes de bandas.
Rivales. Hay una banda de peruanos y extranjeros que se disputa el control del cobro de cupos con ‘One Family’.