La decisión de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) de establecer el amarillo como color exclusivo para los taxis ha generado un amplio debate desde su anuncio hace más de un año. Si bien algunos sectores la ven como una medida necesaria para mejorar la identificación y seguridad del servicio de taxi, otros la critican por su impacto en los conductores y el costo que implica la adaptación.
Las autoridades involucradas, como la ATU y la Municipalidad Metropolitana de Lima, han estado trabajando con miras a la aplicación de este reglamento. En sus registros, la primera entidad contabilizaba 2.300 vehículos con el color amarillo hasta diciembre del 2023. Pero El Peruano informó en enero de 2024 que la flota de taxis formales era de 42.000. ¿Los taxis serán cambiados de color a tiempo?
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La ATU ha recordado a través de los canales estatales que el plazo para cambiarle el color al taxi formal es hasta el 13 de junio de 2024. Pasada esta fecha, los conductores o propietarios recibirán una multa equivalente a 0,05 unidades impositivas tributarias. Esto equivale a S/275,50 (UIT = 5.150). El vehículo también podría recibir una multa de 0,1 UIT (S/515).
La agencia Andina consultó a la ATU sobre las implicancias de esta norma. En el video que presentó el medio estatal en TikTok se escucha decir a un funcionario de la entidad que no es obligatorio pintar de amarillo el vehículo, pero este sí debe tener este color. Es decir, se pueden usar otros recursos para que el carro tenga esa tonalidad sin recurrir a la pintura (vinilo o car wrapping).
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Ofrecer el servicio de taxi también implica cumplir otras normas, como la de llevar distintivos y presentar una cartilla informativa en la parte posterior del asiento del conductor. Cabe recordar que ahora hay dos tipos de servicio: taxi ejecutivo y taxi independiente. En cada caso se debe gestionar la tarjeta única de circulación, con un costo de S/6,40 y S/3,80, respectivamente.
La ATU ha informado que esta medida ayudará a los usuarios a distinguir los taxis en la ciudad, incluso en horas de poca luz. Además, indicó que los vehículos de tonalidades claras son menos propensos a sufrir accidentes, ya que son más fáciles de detectar. Esto es muy importante en Lima, donde los accidentes vehiculares son frecuentes.
Miles de taxis en Lima y Callao no cuentan con el respectivo color amarillo. Foto: Andina
Por lo pronto, en Lima ya se han hecho algunas gestiones relacionadas, como la habilitación de paraderos para que los autos amarillos se estacionen a la espera de clientes. Miraflores y en Cercado de Lima, por ejemplo, han sido escenario de estos cambios.
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Tras el anuncio de la ATU sobre la obligatoriedad de pintar los taxis de amarillo, ha surgido un mercado negro que ofrece afiliaciones irregulares al Registro de Operadores. En el Cercado de Lima, una empresa ha sido captada ofreciendo un servicio de inscripción en el sistema de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao que permite a los taxistas evitar pintar sus vehículos del color amarillo exigido.
Para evitar la normativa que exige pintar los taxis de amarillo, los taxistas se afilian a la ATU a través de empresas que ofrecen servicios informales. Al tramitar su inscripción como taxis ejecutivos, que implica un pago superior a S/100, logran ser registrados como parte de una compañía de transporte acreditada y así eludir la regulación.
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La Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) es una entidad pública peruana encargada de planificar, regular, gestionar y supervisar el sistema de transporte urbano en las provincias de Lima y Callao. La ATU fue creada con el objetivo de mejorar la calidad y eficiencia del transporte público en estas áreas, unificando la gestión que antes estaba dispersa entre diferentes instituciones.
Sus funciones incluyen:
La creación de la ATU busca abordar problemas como el caos vehicular, la congestión, y la informalidad en el transporte público, buscando una movilidad más eficiente y sostenible en Lima y Callao.